Piezas artísticas creadas con más de mil cartas de póquer

?Hasta el 15 de agosto, la Escuela Museo Origami expone en el Casino de Zaragoza una muestra pionera elaborada con estos materiales.

Una de las piezas de la muestra.
Una de las piezas de la muestra.
P. S.

La combinación de más de cien horas de trabajo, un total de 1.200 cartas de póquer y la habilidad manual del artista Jorge Pardo han dado lugar a la creación de un conjunto de piezas únicas que conforman la exposición temporal que la Escuela Museo Origami de Zaragoza (EMOZ) ha llevado al Casino de Zaragoza y que se puede visitar hasta el próximo 15 de agosto.


Se trata de una muestra pionera por la naturaleza del material que da forma a las figuras geométricas construidas por el director del museo. “Nunca se había hecho algo como esto, ni a nivel nacional ni internacional”, subraya Pardo, que recuerda que el de la capital aragonesa es el único museo de origami de alto nivel del mundo. El principal artífice de la exposición no había trabajado hasta ahora con naipes, aunque sí con otros elementos como billetes de lotería y de metro, o tapas de envases de yogur para dar forma a modelos similares a los que se exponen en la muestra.


La pieza más rápida tiene detrás una hora de trabajo, mientras que la más compleja está formada por 340 naipes y su composición casi alcanzó las siete horas. Las doce obras están construidas a partir de diferentes modelos de módulos, pues no todas las cartas se han doblado igual: “Algunos modelos ya los tenía hechos y otros los fui buscando. Consiste en juntar las cartas sin utilizar ningún tipo de pegamento y sin cortarlas, solo entrelazando sus solapas para generar diferentes formas geométricas”, señala Pardo.


Cada material posee sus ventajas y sus desventajas a la hora de realizar figuras de papiroflexia. Los naipes son un material “complicado, algo más duro que los que normalmente se utilizan, pero no tanto como las hojas de acetato”. La ventaja es que todas las cartas son iguales y el pliegue se mantiene en ellas, cuentan desde el museo. Además de Jorge Pardo, dos miembros del Grupo Zaragozano de Papiroflexia, Carlos Gutiérrez y Jesús Artigas, se animaron a dar forma a varias piezas e incluirlas en la muestra, entre las que se pueden encontrar pequeños peces elaborados con naipes.


La intención de sus organizadores es trasladar la exposición a otros casinos del país e incluso ampliarla, y su objetivo, demostrar que el origami no es un arte dirigido solo a los más pequeños, sino a público de todas las edades. “Esta muestra es una pequeñísima parte de lo que tenemos en el museo. A los niños les gusta mucho, pero a los mayores, más”, concluye Jorge Pardo.

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