​Hasta Cadrete, en bici y bajo la luz de la luna

El colectivo de mujeres ciclistas Las Bielas Salvajes organiza este miércoles un nuevo encuentro ‘Ciclolunar’.

Una de las 'Ciclolunares' que realiza este colectivo
?Hasta Cadrete, en bici y bajo la luz de la luna

Con la luna llena salen cada mes a pedalear Las Bielas Salvajes, colectivo de mujeres ciclistas de Zaragoza que ha hecho de los paseos nocturnos en bicicleta un fijo entre sus actividades. Este miércoles (21.15), el lugar de destino elegido por estas amantes de las dos ruedas es el castillo del municipio de Cadrete, aproximadamente a unos 15 kilómetros de distancia de su lugar de partida, situado en La Ciclería, en la calle Gavín.


Habitualmente, desde allí comienzan su ruta a última hora de la tarde. Cuando llegan a la meta, comparten una cena colectiva y disfrutan del entorno. “Salimos fuera de la ciudad y cenamos en un encuentro de ambiente muy distendido en el que puede participar todo el que quiera”, señala Mer Cruz, una de las integrantes de la agrupación que tomó el relevo al Colectivo Pedalea hace dos años en la organización de estos particulares paseos nocturnos.


En cada ‘Ciclolunar’ se reúnen una media de 30 personas, aunque en ocasiones la cifra de participantes ha alcanzado las 60. Su popularidad reside, según Cruz, en la sencillez de la actividad, pues solo es necesario cumplir cuatro requisitos: llevar casco, luces, cena y tener ganas de pedalear. Cuentan desde Las Bielas Salvajes que esta cita se ha convertido en ineludible para muchas de ellas, pero también para hombres, para ciclistas más jóvenes y más mayores, así como más y menos experimentados.


Por ello, las distancias y los niveles de dificultad varían con rutas más sencillas o pistas más largas y complicadas. Para Mer Cruz, “muchas veces, no importa que haga frío o que al día siguiente haya que madrugar ya que se compensa con el encanto que desprende la luz de la luna que, además de alumbrar, se convierte en parte de nuestra seña de identidad”.


Entre los lugares hasta los que ya han rodado están Utebo, Alfocea, el entorno del Canal, los pinares de Venecia, las riberas del Ebro y el Gállego o los Galachos de Juslibol. El camino de este último es uno de los que nombran con especial cariño por la “belleza del trayecto”.


El grupo de ciclistas, que nació en 2013, está conformado hoy por cerca de 140 mujeres. Para ellas, la bicicleta es una herramienta de trabajo “muy importante” por la libertad “inigualable” que les aporta. “Veíamos el ejemplo de los grupos de corredores que se reunían en Zaragoza para entrenar y nos preguntábamos por qué no existía uno de mujeres que practicasen el ciclismo de forma conjunta. Muchas procedemos de colectivos de este deporte donde la presencia masculina es la que más pesa y también nos apetecía pedalear juntas”, cuenta Mer Cruz, que reconoce que lo suyo es amor por las dos ruedas.

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