La principal víctima del trágico suceso del pasado domingo es Alexandra Rodica, a la que su exmarido ha arrebatado la vida de la forma más vil y con tan solo 28 años. Pero quien también ha quedado marcado para siempre es el hijo de la fallecida, de 5 años, que no solo ha perdido su madre sino que tuvo presenciar cómo su propio padre la apuñalaba ante él.

El menor quedó solo y desamparado junto al cuerpo de la víctima, por lo que tuvo que ser uno de los viandantes que acudieron a socorrer a Alexandra quien se hiciera cargo de él hasta que llegó la Policía. Al principio, el chico estaba totalmente superado por la escena que había tenido que presenciar y los agentes apenas consiguieron sacarle algunas palabras. Después, un poco más tranquilo, el niño explicó que no tenía más familia que sus padres en Zaragoza, por lo que se activó el protocolo para que el Gobierno aragonés se encargara de él.

Por tratarse de un chico de menos de seis años, se le ha asignado ya una familia de acogida temporal, con la que pasará los próximos días hasta contactar con sus parientes de Rumanía. Será entonces cuando el juez decida a cargo de quién queda el menor.

Desde que su padre fue denunciado por malos tratos y se le impuso una orden de alejamiento, la custodia del niño correspondía a la madre. Sin embargo, los fines de semana los pasaba con su progenitor, quien acudía a recogerlo al punto de encuentro de familiar: primero en la calle de Lorente y actualmente en Conde de Aranda . El juez decidió que el niño no pernoctara en casa del padre, por lo que la ahora fallecida tenía que ir a llevarlo y recogerlo el sábado y repetía la operación el domingo. Para evitar que los padres coincidan, se les cita con un intervalo de media hora, medida de seguridad que se ha demostrado que no es suficiente.

El exmarido y asesino de Alexandra sabía que ella tenía que acudir a llevar al niño, y al no haber nadie protegiendo el edificio pudo abordarla sin impedimentos y herirla de muerte.