Si hay un sector que está experimentando un crecimiento exponencial año a año en todo el mundo es el de los drones, que han pasado de contar con 50 empresas autorizadas a 1.461 en solo un año y medio, pero que necesita de regulaciones más actuales y concretas que no llegan por el impás político actual.

Hasta tal punto ha llegado este auge que estas compañías representan ya el 10 % del sector aeronáutico en España, cuando hace escasos años eran el cero.

Para afianzar este despegue, calienta motores la segunda edición de Expodrónica, la feria más importante de Europa sobre estos aviones no tripulados que tendrá lugar en Zaragoza los próximos 22 y 23 de septiembre, donde se reunirán más de 60 expertos de todo el mundo y en la que se espera mejorar las cifras del año pasado, cuando se superaron los 6.000 visitantes.

Sin embargo, este despegue está "bloqueado" en este momento en España por el retraso legislativo a este respecto, por lo que la cita también servirá para poner sobre la mesa las principales reivindicaciones del sector.

El uso de los RPAS, Sistemas de Aviones Pilotados Remotamente en sus siglas en inglés, que es el nombre oficial de estos aparatos aunque finalmente se haya impuesto el término dron, el utilizado en el ámbito militar, requiere de una normativa más adaptada a los tiempos actuales, coinciden todos los expertos.

Entre las principales reclamaciones para una ley que ya está escrita pero que sigue en el limbo esperando a que las Cortes Generales recobren su actividad está la de contar con más facilidades para volar en las ciudades.

Al ser un sector tan nuevo, no hay estimaciones de la cantidad de empleos que genera pero la Comisión Europea estima que en los próximos 20 años se podrían crear unos 100.000 puestos de trabajo en toda la Unión, unas previsiones que desde la organización de la feria incluso creen que son "conservadoras".

Además, las nuevas aplicaciones que van surgiendo del uso de los aviones no tripulados son cada vez más: aparte del clásico uso militar, se afianzan otros como la filmación, la fotografía, la fotometría, la agricultura de precisión, la inspección de infraestructuras o los rescates, e incluso novedades como el desarrollo de drones por parte de un clúster farmacéutico para llevar medicamentos a zonas de difícil acceso.

En el acto de presentación de la feria ha participado también el joven británico Luke Bannister, quien con tan solo 15 años se ha proclamado campeón del mundo de carreras de drones y ha dado hoy toda una muestra de precisión de vuelo.

Por su parte, el director técnico del evento, Richard Vinuesa, ha destacado que se podrán comprobar las nuevas tecnologías desarrolladas en el último año, que son "muchísimas".

Expodrónica, ha asegurado, es una feria que está "en el ojo de Europa" por las grandes expectativas generadas en la pasada edición y que ahora, además, contará con la participación de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) y con los tres niveles posibles de vuelo: aire, tierra y agua.

Vinuesa ha pedido también que la legislación evolucione "en positivo", que sirva para trabajar mejor y ha recordado que la ley para regular el sector está ya escrita.

David Salazar, representante para España, Portugal y Andorra de Yuneec, multinacional china que es la segunda en producción de estos aparatos a nivel mundial, ha resaltado a Efe la facilidad de vuelo, la precisión y los avances en materia de sensores de obstáculos o colisiones como las principales mejoras tecnológicas en el último año.

Hasta ahora, entregar un dron a cualquiera era "un caos", por la dificultad del pilotaje, ha reconocido, pero ahora el lema es "sácalo de la caja y vuela".

Una complejidad que es aún mayor en España porque "la normativa no permite hacer todavía muchas cosas", pero ha afirmado que en un futuro va a haber muchas variantes y ha citado que empresas como Amazon se plantean entregar su mercadería a través de drones o que en Estados Unidos ya hay aviones no tripulados con desfibriladores controlados por médicos, por ejemplo.

Al final, ha insistido, un dron reduce los gastos en transporte, dado que poner en marcha un helicóptero cuesta más de 6.000 euros, mientras que cualquiera puede adquirir uno de estos aparatos por poco más de mil.

Toni Caballero y Vasili Zhurman, de RPAS, una de las principales empresas de formación en España, por la que han pasado ya más de 450 pilotos, han explicado a Efe la importancia de conocer las peculiaridades de estas máquinas en función de la utilidad concreta que se les vaya a dar, así como de conocer la rígida normativa, incluso para todos aquellos que acuden por mero hobby, ya que no hay la suficiente información sobre ello y sobre los posibles peligros.