La familia de un camionero muerto de un golpe en la cabeza pide que se aclaren las causas

El chófer falleció el 29 de febrero en Figueruelas cuando iba a cargar el camión y, al parecer, una puerta le dio por detrás.

La familia de Andrés Marco Lahoz, de 63 años, natural de Lécera y vecino de Montañana, quiere que se aclaren las circunstancias en las que se produjo su muerte, ocurrida el 29 de febrero pasado en Figueruelas a consecuencia de un traumatismo craneoenfálico. Marco, camionero de profesión, había llegado con su vehículo al polígono industrial de la localidad de la Ribera Alta y, al parecer, cuando pretendía abrir la puerta trasera de su tráiler el fuerte viento que hacía en esos momentos hizo que la puerta le golpeara en la cabeza y lo tirara al suelo. Al menos así lo declaró el único testigo presencial de los hechos.


Los informes preliminares del médico forense y de la Guardia Civil señalan que la causa pudiera ser un accidente laboral. El juez instructor del caso abrió diligencias por la posible existencia de una infracción penal y ordenó que se practicaran las pruebas necesarias para aclarar las circunstancias en que se produjo el fallecimiento.


El suceso ocurrió sobre las 18.00. El conductor, que trabajaba para una empresa de Guadalajara, llegó al polígono con su camión y lo situó en el exterior de la nave. Según un trabajador que presenció los hechos porque había salido fuera a fumarse un cigarrillo, antes de maniobrar para entrar marcha atrás en la zona de carga, Andrés Marco trató de abrir la puerta derecha del remolque de su tráiler, pero no pudo porque el viento se lo impidió. Cuando se disponía a hacer fuerza para tirar de ella por segunda vez, una fuerte racha de aire hizo que la puerta se abriera de golpe y le pegara en la cabeza. El chófer quedó tendido en el suelo boca arriba y, al parecer, ya inconsciente.

Ayuda de dos personas


El testigo añadió que fue corriendo a buscar ayuda y que encontró a dos personas, que acudieron a socorrer al accidentado. Después se dirigió a localizar al jefe de servicio de la empresa y, cuando volvió al lugar, Andrés Marco ya había sido movido al interior de la nave. Los servicios sanitarios del 061 le practicaron maniobras de reanimación, pero el camionero ya era cadáver. Los análisis de sangre que se le practicaron posteriormente revelaron que no presentaba ni alcohol ni sustancias estupefacientes en su organismo.


El forense determinó que se trató de una muerte accidental producto de un siniestro laboral y que la causa fue un traumatismo craneoencefálico que le destruyó los centros vitales del cerebro. No obstante, a la familia se le hace difícil creer que un hombre tan alto y corpulento como era Andrés Marco pudiera fallecer de esa manera y, a través del letrado Marco Navarro, se ha personado en el caso para tratar de aclarar todas las circunstancias.


Lo cierto es que el 29 de febrero la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) decretó la alerta por fuertes vientos en prácticamente toda la Comunidad aragonesa. En Zaragoza se rozaron ese día los 98 kilómetros por hora y, en la capital o localidades como Utebo, se activaron los planes de protección civil y se cerraron los accesos a parques y zonas arboladas. La velocidad máxima en Aragón se registró en Benasque, con rachas de 104 kilómetros por hora.

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