El fiscal acusa a dos repartidores de quedarse móviles que valían 209.752 €
La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgará a finales de este mes por un delito de estafa al ecuatoriano Danny Alberto C. S., el peruano Edwar Aurelio V. S., y el chino Guang Yao Q. L., para los que la Fiscalía pide penas de prisión que suman nueve años y medio por apropiarse de teléfonos móviles de alta gama valorados en 209.752 euros. Según los investigadores de la Policía, con ellos colaboró una cuarta persona, que no ha podido ser identificada y no se sentará en el banquillo de los acusados, que desempeñó un papel fundamental en la trama.
Los dos acusados de origen sudamericanos eran repartidores, lo que supuestamente les permitió apropiarse de 151 terminales telefónicos que Vodafone remitió a otros tantos clientes a través de las empresas de paquetería para las que ellos trabajaban. Al parecer, la persona que no ha sido identificada les informaba cada vez que se iba a producir uno de estos envíos, lo que hizo sospechar a la Policía que esta estaba vinculada a la empresa de telecomunicaciones.
Según la acusación pública, con la valiosa información que recibían de su colaborador, los repartidores se encargaban de controlar los paquetes adjudicados a su ruta, falsear la firma del destinatario y apropiarse de los teléfonos. Con algunos de ellos se hicieron también consumos en llamadas y datos que tampoco fueron abonado después a la compañía Vodafone.
El inmigrante de origen chino está acusado de recepcionar cinco de los móviles robados y de vender cuatro de ellos. Los aparatos tenían un precio de entre 440 y 578 euros, de ahí que la suma total defraudada sea tan elevada.
Recuerda la Fiscalía que nada sabían los legales destinatarios de los teléfonos móviles de toda esta operativa. De hecho, lo que hacían era ponerse en contacto con Vodafone al ver que no llegaba su pedido.
