La Fiscalía acusa a un bilbilitano de prender su casa y dejar que su pareja se abrasara

La mujer sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo y murió 20 días después
del incendio en el hospital Miguel Servet. Pide una pena de 6 años por omisión de socorro y homicidio imprudente.

El incendio se produjo el 20 de marzo de 2013 en esta casa cueva del casco viejo de Calatayud.
El incendio se produjo el 20 de marzo de 2013 en esta casa cueva del casco viejo de Calatayud.
Jesús Macipe

El incendio declarado el 20 de marzo de 2013 en una casa cueva de Calatayud y que costó la vida a María Pilar Latasa Alocén llevará este mes al banquillo de los acusados a Rafael Funes Morales, pareja sentimental de la víctima y al que la Fiscalía considera responsable de su muerte. Y lo hace porque, en una primera declaración espontánea ante la Policía, este hombre aseguró que se quedó dormido mientras fumaba y el cigarrillo prendió el colchón. Dijo también que al despertarse y ver las llamas abandonó la habitación dejando allí a su compañera, manifestaciones que luego modificó ante la juez instructora. De hecho, ahora mantiene que cuando sintió el fuego y abrió los ojos María Pilar ya no estaba en la cama.


Para el ministerio público, Rafael Funes debe ser condenado por dos delitos: homicidio imprudente y omisión del deber de socorro. Considera además que se le ha de aplicar la agravante de parentesco, puesto que la fallecida y él mantenían una relación desde hacía cuatro años. Por todo ello, solicita una pena de seis años de prisión, a la que suma una indemnización de 200.000 euros a repartir entre los cuatro hijos de la fallecida. Sin embargo, estos últimos ejercen también la acusación particular y reclaman más cárcel –hasta ocho años– y más dinero –cien mil euros para cada uno de los hermanos–.


Los hechos que se van a enjuiciar dentro de unos días se produjeron sobre la una de la madrugada en el número 43 de la calle de La Paz, una céntrica vía del casco urbano bilbilitano ubicada junto a la plaza de La Leña. Debido a su estrechez, los bomberos tuvieron verdaderas dificultades para acceder a la vivienda que era pasto del fuego, lo que obligó a los agentes de la Policía a usar los propios extintores de sus coches para atacar las llamas.

La Policía detectó dos focos

Según consta en el informe forense, la compañera del acusado sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 80% de su cuerpo. Durante 20 días, María Pilar Latasa estuvo luchando contra la muerte en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, pero la gravedad de las lesiones hizo que el 9 de abril de 2013 falleciera víctima de un fracaso multiorgánico.


Cuando se producen incendios con muertos, la Policía acostumbra pedir informes técnicos a sus unidades especializadas.Sin embargo, en este caso, tan solo se aportó a las diligencias un acta de inspección ocular. A través de ella, los investigadores llegan a la conclusión de que el incendio tuvo dos focos.El primero lo sitúan entre el colchón y la parte derecha de la puerta de acceso a la vivienda, donde había una estufa de leña y encontraron también una colilla. El segundo foco lo localizan en la parte inferior del colchón.


"Del estudio de los elementos eléctricos que se han podido analizar, así como de los efectos intervenidos no se ha podido concluir que el origen del incendio pudiera ser eléctrico", decían los agentes firmantes de la citada acta. Con estos datos y con la primera declaración del acusado, la Policía llega a la conclusión de que tuvo que ser el cigarrillo que se dejó encendido al dormirse el que prendió el colchón.


Sin embargo, la defensa, a cargo del letrado José Cabrejas, rebate estos argumentos. Lo hace basándose en la inexistencia del preceptivo informe técnico y alegando que junto a la colilla había una estufa que su cliente asegura que estaba encendida.

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