Un informe del área de Movilidad descarta que los autobuses circulen sobre la plataforma del tranvía cuando éste sufra una avería y la línea se vea interrumpida. Es la principal apreciación de los técnicos municipales respecto a una futura revisión del Plan de Contingencia en caso de avería de un convoy.

El Pleno debate este viernes una moción del PP en la que insta a "revisar en profundidad el plan" para "garantizar en todo momento la disponibilidad de transporte público sin demoras no previstas y otros extremos". Entre otros puntos, el grupo popular pide que se permita a los autobuses urbanos y a los taxis la marcha por la plataforma "para los casos de interrupción del servicio de más de una hora".

El informe técnico sostiene que "los buses tienen las puertas de acceso por la derecha, característica que impide que los viajeros suban o bajen por el lado izquierdo, que es por donde deberían acceder en la zona del bulevar de Gran Vía, Fernando el Católico o paseo de la Independencia". Además, "la altura de los andenes no coincide con la de las puertas de los autobuses, lo que inevitablemente provocaría tropiezos, caídas y avalanchas".

"La única forma de poner en práctica la propuesta sería que los autobuses entraran y salieran continuamente de la plataforma para acceder a las paradas de bus, lo cual generaría situaciones de evidente incomodidad en los usuarios a bordo, cuando no imposibilidad física por la existencia de bordillo delimitador y situaciones de inseguridad evidentes", añade el texto.

El informe también se muestra contrario a que los taxis hagan uso del espacio tranviario, pues "generaría retrasos en la restitución del servicio hasta asegurar la no existencia de estos vehículos en la plataforma".

El otro punto que los populares requieren en su moción es la puesta en marcha inmediata de autobuses articulados alternativos, con frecuencia un 50% mayor que la propia del tranvía para mantener la capacidad, si la interrupción prevista del servicio va a superar la media hora.

El dossier técnico señala que "cuando se produce una incidencia, lo primero es elaborar un diagnóstico en el menor tiempo posible". En ese proceso son necesarias seis comunicaciones y se consumen "entre 8 y 10 minutos". Los técnicos aseguran que "no esperar el diagnóstico generaría distorsión en la red de autobuses de forma innecesaria puesto que se retirarían buses de sus líneas habituales y el perjuicio a los usuarios del transporte colectivo sería mayor que el beneficio obtenido".

En cuanto a la puesta en marcha de autobuses articulados, destaca que "las líneas que tienen dotación (23, 24, 32, 33, 34 y 35) serían las que tendrían que soportar íntegramente las consecuencias, lo que conllevaría un mayor tiempo de respuesta y haría entrar en contradicción con la inmediatez solicitada".

Los técnicos tampoco encuentran factible que el servicio de bus alternativo pueda tener una frecuencia un 50% superior a la del tranvía. Cifran en doce los autobuses necesarios para que puedan llegar a las paradas cada 3 minutos y medio, "lo cual produciría una incidencia mucho mayor en el servicio de éstas".