Manuel Ortiz: "Falta mucho en el mantenimiento de la ciudad"

Hoy deja de presidir la Unión Vecinal. ¿Por qué ahora?

Me había propuesto no pasar de ocho años si todo iba bien, es suficiente tiempo para desarrollar un proyecto, aunque siempre te queden cosas por hacer. Además, hay una razón particular: no agotar la paciencia de mi esposa (ríe).

¿Va a mantenerse vinculado a su asociación de base?

Por supuesto, soy presidente de Arco Iris y seguiré mientras sus socios quieran. Me dejé ‘engañar’ por el movimiento vecinal cuando vine a Zaragoza, hace más de 30 años, y desde entonces no lo he abandonado. Fundamos una asociación en Romareda, que entonces tenía muchas carencias.

¿Qué sabor le deja esta etapa que hoy concluye?

Creo que he hecho una labor y me voy contento, dejando paso a otras personas con otras inquietudes. Eso sí, siempre quedan muchas cosas por hacer.

¿Qué queda por hacer en Zaragoza?

Muchas cosas. Los presupuestos son los que son, no queremos que nos suban los impuestos, no hay dinero para inversiones... Yo accedí al cargo en la época de la Expo y entonces todo era vivir sobre las nubes, solo había obras nuevas e inauguraciones. Luego nos ha pillado la crisis y el dinero es escaso, falta mucho en el mantenimiento diario de la ciudad: la limpieza, los parques y jardines, las calzadas, las aceras o los carriles bici. Se va parcheando, pero queda mucho.

¿Ve muy cambiada la ciudad en estos ocho años? ¿Ha notado una gran diferencia?

Después de la Expo, tenemos iconos que la crisis no ha permitido seguir disfrutando, como la Torre del Agua. Se cerró la Oficina del Agua, una gran pérdida. Por otro lado, no se han podido restaurar palacios como el de Fuenclara o la Imprenta Blasco, Pontoneros... Ahora también tenemos vacíos los antiguos juzgados. La crisis se lo llevó todo por delante y deja mal sabor de boca, no se han podido rehabilitar estos edificios del casco urbano y se van degradando.

¿Se le ocurre una asignatura pendiente para la ciudad?

Zaragoza, con la singularidad de su ubicación, debería estar mejor proyectada exteriormente de lo que está. No sabemos sacarle el jugo a esta buena situación geográfica. Habría que promocionar la ciudad, pero para eso hay que invertir en imagen y gastar dinero en su mantenimiento.

La oposición habla en el Ayuntamiento de proyectos «bloqueados», el Gobierno dice que no lo están... ¿Está la ciudad paralizada, a su juicio?

No sé si está paralizada, pero en el caso de algunos proyectos por parte del Gobierno habría que estudiarlos con mayor cariño y, si no son viables, que lo digan. En La Romareda, por ejemplo, se proyectó en su día incluso hacer viviendas y ahora, ¿por qué no se puede recuperar allí un edificio de servicios con una clínica como la de Quirón, que nos puede agradar? Lo que hay que buscar en cada caso es lo mejor para la ciudad, no para el Gobierno o la oposición, sino para los ciudadanos.

¿Seguirá yendo a los plenos?

Por supuesto. Quizá no con tanta asiduidad, pero asistiré.