Aparecen nuevas grietas en un edificio de Valdespartera con graves deficiencias

Los vecinos de la parcela 64 del barrio de Valdespartera que incluye las viviendas entre la calle de La Diligencia y Desayuno con Diamantes vivieron ayer un ‘déjà vu’ con la aparición de nuevas grietas en la fachada del edificio y que motivaron que la Policía Local acordonara la esquina entre las dos vías para evitar riesgos ante posibles desprendimientos. Los bomberos de Zaragoza también se desplazaron al lugar con un vehículo de inspección para comprobar el estado de la construcción.

Las fisuras, que amenazan con desprender varios ladrillos a la altura del tercer piso del número 23 de la calle de La Diligencia, son similares a las que aparecieron hace casi un año en el número 11 de este mismo bloque de apartamentos, y que también obligaron a vallar ese tramo de acera –por cierto, esa zona seguía acordonada ayer, exactamente igual que cuando se produjo el suceso–.

Además, el 1 de mayo del año pasado, el posible derrumbe de un muro de siete metros situado en la azotea del edificio en la fachada que da a la calle de Desayuno con Diamantes obligó a desalojar el bar La Miga y acordonar un tramo de acera y calzada por el peligro que entrañaba. Las dimensiones de la estructura dañada obligaron a vallar la zona, asegurar el muro, derruirlo y reconstruirlo por completo.

La situación, por tanto, no es nueva para los residentes de las 169 viviendas que conforman el bloque, y que con resignación comentaban la colocación de otro vallado más en su calle. Raúl A., el joven en cuyo balcón han aparecido las nuevas grietas, calificaba de "despropósito total" la acumulación de desperfectos de estos inmuebles que apenas tienen seis años. "Ya se sabe lo que pasa con estos edificios antiguos", ironizaba el propietario.

Además de las deficiencias estructurales, los vecinos denuncian otros problemas: inundaciones en los garajes y trasteros, ausencia total de bancos en las zonas comunes, una piscina más pequeña de lo pactado –"es un charco", apunta Raúl–, o cambios sobre lo proyectado. Por ejemplo, lo que debía ser una inmensa zona verde para que los inquilinos se relajaran, es un pedregal gris. O las canastas de baloncesto, colocadas en un emplazamiento distinto al que les prometieron. De hecho, como recuerda Raúl, las dificultades comenzaron ya con la entrega de las llaves, ya que la empresa se retrasó casi dos años.

Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza informaron de que un arquitecto contratado por la comunidad de vecinos se hace cargo de las obras y reparaciones. Por su parte, los servicios municipales se encargarán de "vigilar y proteger" ante la posible aparición de nuevas grietas, pero solucionar los daños corresponde a los residentes y la empresa constructora.Una construcción polémica

Los vecinos detectaron fallos en el edificio desde que entraron a vivir hace seis años, especialmente en relación a los planos, por lo que al poco de instalarse decidieron demandar a la empresa constructora, Cerámicas y Construcciones Roca, por deficiencias constructivas. En la actualidad el proceso judicial continúa abierto, después de que un tribunal diera la razón a la comunidad de propietarios y la sociedad que edificó el inmueble recurriera ante el Supremo.

Pero este no es un caso único, ya que al menos una de cada cuatro parcelas de Valdespartera han demandado al constructor "por la falta de condiciones en habitabilidad, seguridad y funcionalidad", según recoge un informe de la Universidad de Zaragoza.

"Se nos han reído en la cara durante seis años", recalcó Raúl A., que se resignaba ante el largo enfrentamiento judicial que mantienen los vecinos con Cerámicas y Construcciones Roca. "Tenemos litigios para toda una vida", señaló el joven.