Preacuerdo para poner fin a la huelga del bus

La dirección de Auzsa y los trabajadores llegan de madrugada a un pacto inicial sobre el convenio. Los empleados votarán este miércoles en referéndum si ratifican el documento y desconvocan la huelga.

Directivos de Auzsa y trabajadores dirigiéndose a la sede del SAMA.
Directivos de Auzsa y trabajadores dirigiéndose a la sede del SAMA.
Oliver Duch

El conflicto del bus enfila su final más de año y medio después. Superadas las 2.00 de la pasada madrugada, cuando solo faltaban siete horas para que se hiciera efectiva la amenaza de vuelta a la huelga por parte de los trabajadores, el comité de empresa y la dirección de Auzsa alcanzaron un principio de acuerdo para firmar el convenio colectivo. Los empleados están llamados este miércoles a votar en referéndum este documento, que rubricaron todos los sindicatos salvo Sattra. Si, como se espera, los conductores lo ratifican, se disipará por fin la amenaza de vuelta a la huelga. De momento, el comité decidió ampliar dos jornadas más la tregua de 15 días sobre los paros parciales: este martes informarán a la plantilla del preacuerdo y este miércoles se votará.


Este pacto inicial se cerró de madrugada en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), que acogió una reunión de urgencia que comenzó a las 20.00. Según señalaron a la salida el gerente de Auzsa, Manuel Ramo, y el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, el acuerdo final apenas cambió con respecto a lo que se estaba negociando el pasado viernes. Los sindicatos lograron que el porcentaje de trabajadores temporales que pasan a fijos suban del 50% al 60%; y que el 60% de las prejubilaciones de los talleres se cubran con otros trabajadores (en vez del 50%). Aspectos menores en el global de la negociación, ya que la subida salarial se quedó finalmente en el 4% hasta el final del convenio (2019), revisable solo al alza en caso de que el IPC suba por encima de ese porcentaje.


A su salida, ambas partes valoraron de manera positiva el acuerdo. Javier Anadón destacó la importancia de recuperar la generación de antigüedad porque "las patronales que las han eliminado no quieren recuperarla" y porque se garantiza "una conciliación de la vida familiar y laboral" al conocer los trabajadores los calendarios con mayor antelación. También destacó "la implicación del Ayuntamiento" al permitir al comité "participar en la organización del trabajo".


Este lunes, los trabajadores se habían juntado en una asamblea con horario de mañana y tarde para consensuar una posición de cara a esa cita con la empresa, que estaba llamada a ser la decisiva. Según fuentes consultadas, ya en estas asambleas se palpó un ambiente algo más proclive al posible acuerdo que en las jornadas precedentes, y se dio por hecho que la huelga no regresaría hoy.


La negociación se retomó en el punto en el que se dejó el pasado viernes. Entonces los contactos comenzaron a las 10.00 y terminaron a las 3.00 de la madrugada. Este lunes, con algunas horas de negociación, hubo mejores resultados, principalmente por la amenaza de vuelta a la huelga y el final del plazo de tregua dado por el comité para volver a los paros.


Con el principio de acuerdo alcanzado, las partes se encaminan por fin a la firma de un nuevo convenio colectivo para los más de mil trabajadores de Auzsa hasta 2019. El objetivo ahora es garantizar durante todo este tiempo la paz social en una compañía cuyos trabajadores han participado en 35 huelgas desde el año 2000 (incluidas las huelgas generales).


La última ha sido la más larga de la historia de la ciudad, con 123 días de paros, que son más de cuatro meses de sufrimiento de los usuarios y un conflicto largo que ha atravesado diferentes fases y que ha levantado una intensa polvareda política en el Ayuntamiento de Zaragoza.

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