"La plaga de palomas ha ido a más y ocasiona múltiples quejas entre los vecinos, por las molestias y los problemas de insalubridad que provocan". Para luchar contra la proliferación de estas aves en el casco urbano de Gallur, el Ayuntamiento decidió poner en marcha a principios de año un plan de control, que pasa por la instalación de jaulas para su captura. La alcaldesa, Yolanda Salvatierra, adelantó que "llevábamos tiempo reclamando una solución, porque era algo que nos preocupaba", dado la superpoblación que se registra en el municipio.

Los resultados de esta iniciativa comienzan a ser positivos. De las 2.800 palomas que registraba la localidad hace unos meses, ya se han apresado cerca de 500, explicó Jesús Cuber, concejal de Medio Ambiente. Solo en esta última semana se han recogido 85 animales.

En concreto, en determinadas zonas llegan a invadir gran parte de la superficie del tejado de los inmuebles:"Ocupan inmuebles en ruinas, anidan y ocasionan muchas molestias para los vecinos".

El plan municipal consiste en la instalación de seis jaulas en lugares estratégicos del municipio donde se observa un mayor asentamiento de estas aves. "Fuimos estudiando la localidad y pudimos ver dónde se concentraban". Entonces, se realizaron también fotografías de los espacios preferidos por estas aves, como la entrada del pueblo, donde llegan a apoderarse prácticamente de todos los tejados de los inmuebles e, incluso, de la iglesia.

Tal y como mencionó la alcaldesa, "pedimos permiso por escrito a los vecinos de los edificios donde se han instalado las jaulas solicitando su colaboración", porque en algunos casos las estructuras se han puesto en espacios privados.

El proyecto, que desarrolla una empresa especializada contratada por el Consistorio, cuenta con una subvención de más de 3.800 euros concedida por la Diputación de Zaragoza dentro del plan de acción de la Agenda 21.

Las jaulas se colocaron en enero pero "pasaron unas semanas hasta que las aves se familiarizaron con ellas". El objetivo del área de Medio Ambiente es que permanezcan activas durante un año, aproximadamente. El edil delegado señaló que en los presupuestos municipales de 2016 se contempla una partida para luchar contra este problema.

Autorización del Inaga

Salvatierra mencionó, al mismo tiempo, que esta iniciativa de control de la plaga de palomas ha requerido la autorización pertinente del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).

Las palomas se capturan vivas en unos espacios con agua y comida. Allí permanecen hasta que personal de la empresa contratada por el Consistorio se desplaza hasta Gallur para poder llevárselas y dejar de nuevo vacías las jaulas. Cuber puso de manifiesto que "todas se donan a la Asociación de Halconeros de Aragón".