Dos semanas de tregua para buscar un acuerdo
El pacto se alcanzó tras una reunión de varias horas entre los trabajadores y el interlocutor del Ayuntamiento.
La huelga que parecía no tener fin dio este viernes un giro de 180 grados. El comité de empresa accedió anoche a suspender durante 15 días los paros parciales que cumplen su jornada número 122 y con ello a retomar de inmediato una negociación con la empresa para sellar su próximo convenio colectivo. En principio, ambas partes se sentarán de nuevo el martes en el SAMA. La normalidad, que todavía no será definitiva, volverá a las calles a partir del lunes, día 11. El comité tomó esta decisión fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento a través de su interlocutor, Juan García Blasco, después de una reunión de casi cuatro horas que sucedió a todo un día de contactos entre los distintos grupos municipales. Todas las partes valoraron este paso de forma muy positiva, incluida la empresa, que lamentó que haya transcurrido tanto tiempo para llegar a este punto.
El acuerdo de suspensión, que deberá ser ratificado por los trabajadores este fin de semana en asamblea, implica además que el Consistorio se compromete cuanto antes a aplicar los ahorros derivados de los paros para "compensar los efectos de la huelga sobre los usuarios" y a hacerlo previa propuesta de los técnicos y de los grupos municipales. El comité, asimismo, continuará con la negociación colectiva con Auzsa para que "se pueda alcanzar un convenio colectivo en el tiempo de suspensión de la huelga". Un último punto del acuerdo hace referencia a que el Ayuntamiento consulte al comité sobre aspectos como cuadros de marchas y otros asuntos del servicio público.
La vicealcaldesa, Luisa Broto, se mostró esperanzada en que ahora lleguen a buen puerto las negociaciones para una solución definitiva. El presidente del comité, Javier Anadón, afirmó que "ante la solicitud del Ayuntamiento" los trabajadores se plantearon "hacer gestos para facilitar la labor", se mostró "optimista" ante la posibilidad de cerrar un acuerdo con la empresa en los días sin paros y destacó que el dinero que se ahorra el Consistorio se destine a compensar a los usuarios. Anadón añadió que su postura no había cambiado del jueves al viernes y que "en ningún momento" se ha puesto encima de la mesa una subida de los servicios mínimos que les haya hecho cambiar de parecer, a pesar de que el Gobierno de ZEC ya tenía decidido aplicar un nuevo decreto en este sentido la semana que viene.
Manuel Ramo, gerente de Auzsa, valoró este paso de forma "positiva", si bien insistió en que la empresa llevaba tiempo pidiéndolo y que ello "ayudará a un convenio sin presiones ni chantajes". "El comité estaba casi de acuerdo con la última propuesta que se fraguó en el SAMA y cuenta con el aval municipal", añadió.
Sin descanso
La intensa jornada comenzó con un cariz más político que de negociación con los trabajadores. Los grupos municipales, con la participación del alcalde y de García Blasco, estuvieron todo el día tratando de pactar los nuevos servicios mínimos que se iban a aplicar en caso de que continuara la huelga. La negociación se tornó tensa, ya que PP, PSOE, Ciudadanos y CHA querían arrancar al Gobierno de ZEC el compromiso de subir al menos un 50% los servicios mínimos, algo que finalmente lograron tras horas de discusiones. El argumento del Gobierno para dilatar la firma del decreto era que faltaban informes jurídicos y de Movilidad; sin embargo, como telón de fondo ha estado permanentemente la negociación con el comité para intentar la desconvocatoria de los paros.
