En Zaragoza no hay playa... pero sí cerca de 2.000 gaviotas

Al caer la tarde, centenares de gaviotas vuelven a dormir a su casa, en el lago de la potabilizadora de Casablanca. Aquí duermen en invierno hasta 2.000 gaviotas (la mayoría, de la especie 'reidora' y también alguna 'patiamarilla'). La presencia de gaviotas está aumentando en Zaragoza en los últimos años e incluso ha dejado de ser zona de paso para convertirse en hábitat natural de estas especies marinas.

El Ayuntamiento de Zaragoza está estudiando el comportamiento de estos animales y tiene un proyecto de anillamiento para conocer su evolución y dispersión. La pasada primavera, se marcaron por primera vez nueve ejemplares de gaviota patiamarillas nacidos en la Expo, y se les ha podido seguir el rastro por Aragón, Navarra, Galicia y Portugal.

"Hace años que vemos gaviotas reidoras de paso en Zaragoza, igual que en otros puntos de interior. Venían en invierno y se iban en primavera. Pero últimamente están cambiando sus costumbres: vienen más, algunas se quedan todo el año en Zaragoza e incluso están empezando a criar aquí. La primera pareja reproductora que encontramos aquí fue en un macetero en las playas de la Expo, en el verano de 2011", recuerda José Antonio Pinzolas, técnico municipal de Medio Ambiente.

La mayoría de las gaviotas se concentran en Zaragoza en el lago de Casablanca. También se ven en la orilla del Ebro, en la Expo y el Parque del Agua. "En la Expo hemos contabilizado diez nidos en los edificios abandonados y una colonia de unos 40 ejemplares de patiamarillas. Esta especie es la más frecuente en las costas españolas y hasta hace poco era raro que criaran en el interior", señala Carlos Pérez Laborda, coordinador del Grupo Aragón de Anillamiento Científico de Aves y colaborador del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento.

Las gaviotas de Casablanca duermen sobre los muros o el agua del lago. Por la mañana, a partir de las ocho, van al verterdero de La Cartuja y a las orillas del Ebro a alimentarse. A partir de las cinco de la tarde vuelven a su dormidero. Las horas varían según cambian las horas de luz solar. Carlos controla frecuentemente la colonia de gaviotas de Casablanca y hace recuento con un telescopio. Este martes por la tarde contó 1.650 reidoras y tres patiamarillas.De Zaragoza, a Galicia y Oporto

El anillamiento de aves permite estudiar mejor sus costumbres y sus viajes. Y los expertos han podido comprobar que las gaviotas zaragozanas son muy viajeras. En mayo y junio, el grupo Aragón de Anillamiento Científico marcó nueve pollos de patiamarillas en la Expo. Las anillas son de PVC con un código numérico que permite identificarlas con cámara. En Zaragoza se han avistado gaviotas procedentes de Bélgica, Polonia, Holanda, Alemania e Italia. Y las zaragozanas también han llegado lejos.

"Uno de los ejemplares que anillamos el 2 de junio lo volvimos a ver el 4 de julio en la Expo; el 6 de agosto fue visto en Laxe (La Coruña); el 1 de octubre en el Parque da Cidade de Oporto, y el 23 de noviembre en la playa de Espinho también de Oporto. Otros dos ejemplares anillados en Zaragoza fueron vistos semanas después en Oporto. No sabemos si hicieron el mismo viaje y fueron juntos. O si se han quedado allí o han vuelto. El anillamiento nos da muchas posibilidades para estudiar e investigar el comportamiento de las especies", afirma Carlos Pérez.

El Ayuntamiento quiere continuar con el anillamiento de pollos y ejemplares adultos la próxima primavera. "Gracias a estos marcajes, se ha descubierto la tendencia de dispersión postjuvenil hacia el norte y oeste de la Península, pudiéndose definir el corredor del Valle del Ebro como la vía de conexión entre la población mediterránea y la atlántica", apuntan desde Medio Ambiente.