Los dueños de perros denuncian el "lamentable" estado del pipican de Miraflores

Critican la mala calidad del cercado y piden más y mejores espacios solo para perros.

Pipican del parque Miraflores
Pipican del parque Miraflores

Javier Ortiz lleva todas las tardes a Halu y Kiara al pipican de Miraflores y si puede ser, antes de las 20.00. Necesita que sus perros corran libres en algún momento del día pero considera que a partir de las 20.00 hay demasiados animales sueltos por el parque y prefiere llevarlos al recinto vallado para evitar problemas. Aunque no están considerados perros peligrosos, ambos son "dominantes y de mal carácter" y su cuidador cree más oportuno soltarlos en un espacio solo para perros y poco saturado. 


Sin embargo, según Javier y otros usuarios de la zona, la verja del pipican del parque Miraflores deja mucho que desear. Hay dos espacios vallados pero la altura del cercado apenas llega al muslo de los cuidadores y los perros grandes pueden saltarlo con facilidad. Además, es muy flexible y en seguida pierde altura cuando se aplica algo de fuerza sobre él. Kiara, la perra de Javier, es muy asustadiza y ya ha salido corriendo por encima de la valla en más de una ocasión.


Los cuidadores de perros más pequeños tampoco pueden relajarse dentro del pipican. La valla no está agarrada al suelo y al ser tan flexible, los animales de menor tamaño pueden escaparse por debajo. Santiago y Mónica lo saben bien. Su pequeña Mafi ya les ha dado algún susto deslizándose entre la tierra y el vallado.


Javier dice haber denunciado en reiteradas ocasiones el "lamentable" estado del pipican en la comisaría más cercana pero asegura que la respuesta siempre ha sido la misma: que no se detectaban "agujeros reseñables" en la valla.

Problemas de convivencia

El pipican no es el único punto conflictivo en Miraflores. Como en otros 126 puntos de la ciudad, en invierno los perros pueden andar sueltos por el parque entre las 20.00 y las 9.00 y tanto Javier como César Gracia, el cuidador de un pastor alemán llamado Lalo, reconocen que allí se concentran "demasiados" perros sin correa por la tarde-noche.


Coincide con ellos María José, madre de dos niños que baja al parque todas las tardes a eso de las 19.00. El Decreto municipal sobre condiciones para la suelta de perros en los parques públicos de Zaragoza estipula que los perros no pueden estar en las zonas de juegos infantiles pero María José asegura que sus hijos "pasan miedo" en demasiadas ocasiones porque se les acercan estos animales. "Hay muchísimos y algunos cuidadores no ejercen ningún control. Persiguen a los deportistas, se acercan a los niños, hay heces por todas partes...".  


En su defensa, algunos cuidadores de la zona de Miraflores piden más y mejores espacios solo para perros en la ciudad. Coinciden en que una acumulación excesiva de animales en un mismo parque puede ocasionar problemas de convivencia pero creen que el conflicto radica en la falta de espacios adecuados.


Este mismo sábado el consistorio recibió otra queja sobre este parque en su buzón de sugerencias. El vecino en cuestión denunciaba en su escrito al Ayuntamiento que el parque Miraflores "está lleno siempre de perros sueltos y es imposible salir a pasear sin ir asustado".

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