El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha participado en una reunión con los trabajadores de AUZSA, que están en huelga desde hace más de 40 días. La cita finalmente ha sido en el Centro Cívico Salvador Allende, aunque en un principio estaba previsto que el alcalde acudiera a las cocheras durante la asamblea del comité, algo que le han recriminado los trabajadores. "No nos ha gustado que no viniera a la asamblea, pero sigue estando invitado, ya que se realizan todos los días", señaló uno de los presentes. 

A las 19.00 la sala del antiguo matadero estaba atestada de público. Más de 300 trabajadores, algunos con sus familias incluidas, se daban cita allí a la espera de la llegada del alcalde, que se produjo con veinte minutos de retraso. A pesar de que segundos antes los trabajadores habían empezado a corear el típico: "que empiece ya, que el público se va", en cuanto entró en la sala fueron constantes los aplausos y los gritos de "sí se puede". 

Pedro Santisteve acudió acompañado de Teresa Artigas, concejala delegada de Medio Ambiente y Movilidad, y Alberto Cubero, concejal de Servicios Públicos y Personal. Los tres se sentaron sobre la tarima y fue el alcalde el que tomó la palabra. En su intervención recordó sus inicios como abogado, cuando en el año 86 defendió un conflicto laboral similar. En este sentido, aseguró que "siempre he estado a vuestro lado". 

Sin embargo, posteriormente apostilló que su función ahora es "representar a todos los ciudadanos". Además, recordó la historia del conflicto, haciendo hincapié en que "no se va a poner dinero como se hizo en el pasado" -haciendo referencia a los 2 millones que debe el consistorio por el ERE- y tampoco se va a proceder la municipalización del servicio. "Vincular la solución del conflicto a la municipalización es un brindis al sol", subrayó. 

Asimismo, explicó que el Consistorio aboga por esa municipalización, ya que "supone abaratar los costes, asegura la calidad del servicio y la situación de los trabajadores". No obstante, puntualizó que se intentará en las empresas cuya contrata finalice, pero no en AUZSA. "Quedan muchos años de contrato, y con lo que se debería pagar por lucro cesante, la compra de la flota... sería una millonada", ha explicado. 

Sin embargo, recalcó que iban a intentar que se cumplan todos los pliegos y que la empresa "es la mayor responsable". "Desde septiembre estamos intentado acercar posiciones, por eso, os pedimos que se abra la negociación", ha subrayado. Además, invitó a los presentes a pensar "como trabajadores y ciudadanos porque no puede ser que la ciudadanía sea la perjudicada". También les dió a entender que quizás "la extensión del conflicto -y por ende de la huelga- no sea la mejor solución". 

Una situación que parece que aún se encuentra lejana. De momento, este jueves la empresa se reúne con los trabajadores y les realizará una nueva oferta, de ella depende que la huelga continúe o se termine. "Nosotros vamos a seguir con las movilizaciones, a no ser que se llegue a un acuerdo", señaló el representante del comité de huelga, Javier Anadón. 

En la reunión también intervinieron algunos trabajadores que mostraron sus opiniones a favor y en contra de lo comentado por el alcalde. Uno de ellos recordó cuáles son las causas del conflicto: la falta de cumplimiento de los pliegos de condiciones -entre ellos el convenio firmado con la anterior empresa-, el incumplimiento de las frecuencias, la dificultad de conciliación familiar -reciben la hoja de servicios con un día de adelanto-, el mantenimiento de los autobuses y las faltas de baño en muchas líneas. "Solo queremos trabajar dignamente", recalcó.

Otra trabajadora resaltó que son conscientes del efecto que tiene la huelga en la ciudadanía. "Nos lo dicen todos los días, pero nadie se da cuenta el resto del año", puntualizó. La falta de plataforma en algunas paradas para facilitar la subida y bajada del autobús, que no haya rampa en todos los vehículos... "A mí esto también me da vergüenza, pero parece que solo importa cuando estamos de huelga", recriminó.  

A todo ello contestaron tanto Artigas como Cubero, que señalaron que se va a hacer un seguimiento del cumplimiento de los pliegos. Ambos reconocieron su "falta de experiencia respecto a la fiscalización" de las contratas, pero insistieron en que la unión entre el Ayuntamiento y los comités de empresa es fundamental para la resolución de estos conflictos. 

Finalmente, Anadón recordó que su intención no es que se produzca una municipalización, pero que es necesario que se cumplan los pliegos y que sino, se sancione a la empresa. El representante valoró de manera positiva que los propios trabajadores hayan podido interactuar con el alcalde y que el Ayuntamiento haya mantenido los servicios mínimos en el 33%. 

Esta reunión se ha producido después de 42 días de huelga, en la que hay paros diarios entre las 9.00 y las 11.30 y entre las 18.00 y las 20.30.