Abandono y riesgo para los peatones en las riberas

Un año después de la riada del Ebro, muchos de los desperfectos urbanos siguen sin reparación.

Ha pasado casi un año de la riada del Ebro que causó graves daños en buena parte de su ribera y a su paso por Zaragoza. Muchos de estos desperfectos siguen sin ser reparados, como los que se muestran en las imágenes que acompañan esta información. En varios puntos no solo ofrecen una mala imagen al peatón, sino que suponen un claro riesgo de accidente.


Es el caso de las escaleras y accesos desde el paseo de Echegaray y Caballero, en la margen derecha del río, a la altura del Pilar. La fuerza del agua destrozó toda la zona, quedando prácticamente inutilizada para el uso de los ciudadanos. Sin embargo, su paso no está cortado ni señalizado alertando del peligro.


Algo que puede provocar accidentes ya que el entablado del suelo está desplazado y presenta graves daños. De igual forma, las barandillas de apoyo para los peatones han desaparecido, y tan solo quedan los enganches a la madera. Es decir, hierros salientes que pueden clavarse fácilmente.


Además, toda la zona está cubierta por ramaje que no ha sido sometido a la correspondiente poda, y el tramo final de los escalones ha quedado desnivelado con el suelo, lo que obliga a dar un salto para salir de la estructura.


Fuentes del Ayuntamiento de la ciudad explican que son “conscientes” del estado de la zona, y aseguran que su intención es repararla “teniendo en cuenta las prioridades presupuestarias” de este momento. El mantenimiento de estas infraestructuras depende de la sociedad municipal ZGZ Arroba Desarrollo Expo, que gestiona los nuevos espacios públicos surgidos después de la Expo 2008, como el Parque del Agua, las riberas, el Canal Imperial, o el Anillo Verde, entre otros.


La última gran riada del Ebro causó daños millonarios en granjas y campos de cultivo de las localidades ribereñas, pero también en viviendas, garajes, trasteros y comercios de la capital aragonesa y otros municipios de la provincia de Zaragoza.


A su vez, la crecida se llevó por delante un tramo de la autovía aragonesa ARA-1. La empresa Acciona ha comenzado esta semana los trabajos de reparación de esta infraestructura con el objetivo de recuperar la normalidad en la vía para primavera.

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