La Policía Local refuerza la vigilancia en el rastro tras la reyerta entre dos vendedores
La agresión con arma blanca sufrida el pasado 30 de diciembre por un vendedor ambulante del rastro tras discutir con otro por el lugar donde colocar su mercancía ha llevado a la Policía Local a reforzar la vigilancia que habitualmente presta allí todos los miércoles y domingos. A pesar de que la agresión se quedó en un hecho aislado y no ha habido venganzas ni represalias posteriores, fuentes policiales explicaron que se ha decidido ampliar puntualmente el dispositivo normal para prevenir cualquier tipo de incidente.
Ayer podía verse una furgoneta con agentes de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO), que sumaron su labor a la que prestan los funcionarios de la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC), que son los encargados de controlar, entre otras cosas, que todos los vendedores tengan su licencia municipal.
Precisamente fue esta circunstancia la que estuvo detrás de la agresión, ya que ninguno de los dos protagonistas tenía licencia. Esto motivó que, al ver acercarse una patrulla policial, uno decidiera ausentarse y dejar su bastón a modo de señal. Esto fue aprovechado por el otro para colocarse en su lugar, lo que desencadenó la reyerta. Uno de los presuntos agresores fue detenido en ese momento y la Policía aún busca a otros dos implicados.
