Será una prueba de fuego. Es una vía con mucho tráfico rodado y arañarle un espacio para los ciclistas puede resultar controvertido. El gobierno de ZEC afrontará a comienzos de 2016 la construcción del carril bici del paseo de la Constitución que irá por la calzada porque –recuerdan fuentes municipales– el objetivo es sacar las bicis de las aceras y del bulevar central.

Esta será la primera inversión ciclista del año que viene después de que en el último trimestre de este 2015 se hayan redoblado esfuerzos para acelerar las obras que estaban comprometidas pero aún pendientes. El carril bici de Tenor Fleta está ‘a punto de caramelo’ y los trabajos en el del puente de Hierro avanzan a buen ritmo. Recientemente también se estrenó el singular carril por el interior de la rotonda de la plaza de Europa, donde las obras para cambiar tuberías dejaron inhabilitada la zona, incluido el puente de La Almozara, para los ciclistas. Este año también se han solucionado las discontinuidades en Isabel la Católica (a la altura del hospital Miguel Servet) y han proliferado los semáforos intermitentes en las calzadas exclusivos para ciclistas.

La intención municipal es que para 2019 todas las grandes arterias de la ciudad cuenten con carril bici, tal y como preveía el Plan Director de la Bicicleta. Estos, aunque habrá que estudiarlos caso a caso, se construirán preferiblemente sobre las calzadas porque es la fórmula preferida por los colectivos ciclistas y la DGT, y porque es el tipo de intervención que menos inversiones requiere. El nuevo impulso que se pretende para los próximos tres años exigirá, al menos, que la inversión anual en materia ciclista no descienda de los 600.000 euros con los que ha contado el Ayuntamiento este 2015. Aunque esta semana se conocerá el borrador del presupuesto de ZEC, es previsible que esta partida pueda subir por encima del millón de euros.

El Observatorio de la Bicicleta lleva meses trabajando en los aspectos técnicos del proyecto del carril bici de Constitución, si bien tiene también por delante otros importantes retos como encontrar la forma idónea de que las bicis vayan por puntos críticos como las avenidas de San José y de Navarra, los paseos de María Agustín y de Pamplona o la zona de Vía Univérsitas. El eje este-oeste es la asignatura pendiente de la ciudad y concentra algunas de las vías con más tráfico rodado que los usuarios de la bici consideran peligrosas. Esta es la principal razón por la que los ciclistas dicen que en ocasiones invaden las aceras (así lo afirma el 77,9% de ellos) porque consideran que los coches son poco respetuosos con ellos.

También para el año que viene se esperan los informes municipales sobre la conveniencia o no de que las bicis puedan circular por ciertas zonas peatonales. Colectivos como Pedalea considera "urgente y muy importante" que se permita ir a los ciclistas entre la plaza de España y las murallas a través del Coso y César Augusto, ya que consideran primordial "la permeabilidad ciclista del Casco Histórico". "Esta medida tendría un gran éxito y daría continuidad al eje norte-sur paralelo a la traza del tranvía", afirman en Pedalea, donde también reclaman que las operaciones asfalto no se olviden ni dejen al margen los carriles bici deteriorados.