Un viaje para llevar agua potable a 10.000 personas
Cuatro jóvenes inician una aventura por Hispanoamérica. Se puede ayudar
a través de su campaña de crowdfunding.
Ahora, montados en una furgoneta y asociados con varias ONGs que trabajan en México, Guatemala, Perú y Ecuador emprendan un viaje para llevar agua potable a 10.000 personas durante diez años. Su aventura, bautizada como "The Water Van Project", les llevará seis meses en los que van a recorrer 6.000 kilómetros.
Pero, ¿cómo piensan lograr su objetivo? "Queríamos hacer un viaje juntos que tuviera un fin humanitario. Estudiamos diversas opciones, pero la más realista y de alcance era la de lograr potabilizar el agua", explican.
Lo conseguirán con unos filtros (aproximadamente 700, de dos tamaños diferentes, uno familiar y otro más grande), y a través de varias oenegés que están sobre el terreno. Todas ellas (Comda -en México-, Hoop -en Perú-, Máximo Nivel -también en Perú y en Guatemala- y Ecuador Tierra Viva -en Ecuador-) fueron contactadas por estos zaragozanos, que han diseñado su ruta al milímetro para dar servicio a los núcleos con más necesidades.
El proyecto contempla también labor educativa y de mantenimiento, y como los filtros duran 10 años, se hará un chequeo periódico para garantizar el éxito de la iniciativa. Además, hay distribuidores de los filtros cerca de cada destino, así que no tienen que cargarlos desde aquí y evitan otras complicaciones aduaneras.
Los cuatro llevan mucho tiempo ahorrando, y han lanzado una campaña de captación de fondos que está activa en http://igg.me/at/twvp/x/7965078. También se puede acceder en www.thewatervanproject.org.
"El 100% de las donaciones se destinarán a la compra de los filtros, y cada donante sabrá a qué se dedica su aportación", insisten. Incluso, garantizan que se justificarán las facturas. Además, según la aportación al proyecto se darán camisetas, llaveros o un documental que grabarán sobre el terreno.
La ayuda está en marcha: ahora solo falta un poco de la gasolina que mueve la solidaridad para dar alas a la furgoneta que se ha convertido en el símbolo del sueño de estos cuatro zaragozanos.