La huelga del bus seguirá en Navidad al fracasar otra vez la negociación

Tras una nueva reunión sin avances, los trabajadores y Auzsa no volverán a juntarse hasta la semana que viene.

Los empleados de Auzsa llevaron su protesta ayer al salón de plenos del Ayuntamiento.
Los empleados de Auzsa llevaron su protesta ayer al salón de plenos del Ayuntamiento.
guillermo mestre

La huelga del bus no parará por Navidad. Auzsa y los trabajadores de la empresa tuvieron ayer una nueva reunión, con el mismo resultado que las anteriores. No hay acuerdo entre las partes, por lo que la huelga, que cumple ahora dos semanas, se adentrará en las fechas navideñas. Hasta la semana que viene no se convocará una nueva cita entre las partes que, de hecho, aún no tiene fecha.


Por lo tanto, los usuarios tendrán que seguir soportando esperas casi interminables en las paradas entre las 9.00 y las 11.30 y entre las 18.00 y las 21.30, horarios a los que hay que añadir los minutos anteriores y posteriores, en los que la red ya se desajusta para que los autobuses estén ya en cocheras durante los citados horarios.


La reunión de ayer apenas aportó novedades. En la anterior cita entre ambos la empresa hizo una propuesta concreta sobre varios aspectos que los trabajadores iban a analizar. Sin embargo, el debate ayer no avanzó. Sobre todo, no hubo ningún progreso con las discrepancias económicas que separan a ambas partes. Los trabajadores piden volver a los niveles salariales previos al año 2013, cuando se les bajó el sueldo; por su parte, la empresa defiende que esa bajada fue legal y sostiene que no puede ampliar el capítulo de personal porque el Ayuntamiento tampoco incrementa su subvención al servicio de forma proporcional. Por ello, la actualización del IPC que propone Auzsa se queda muy lejos del aumento de en torno al 5% que piden los trabajadores.

Debate en el pleno

El conflicto del autobús urbano llegó ayer al pleno del Ayuntamiento gracias a una moción presentada por el PP, en la que los populares pedían que los servicios mínimos que el Ayuntamiento fijó en un 33% tengan que estar entre el 50% y el 90% para minimizar así las afecciones a los ciudadanos. El resto de grupos no secundaron la petición, fundamentalmente porque a su juicio se pretende regular el derecho a la huelga, y porque el establecimiento de los servicios mínimos es competencia del Gobierno.


Sí que prosperó, en cambio, la propuesta popular de inspeccionar y controlar el buen funcionamiento de la red de autobús –y sancionar a la empresa en caso de incumplimiento–. "ZEC no está siendo exigente con la concesión", dijo el popular Sebastián Contín, algo que la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, negó.


El presidente del comité de empresa de Auzsa, Javier Anadón, intervino en el salón de plenos para pedir que "se exija a Auzsa que cumpla lo prometido". "Somos cabezones y no vamos a reblar", dijo el presidente del comité de empresa sobre un conflicto que amenaza con prolongarse de forma indefinida.

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