Condenado a tres años y seis meses de cárcel un estafador reincidente

El acusado convenció al dueño de un bar para que invirtiese en otro negocio, se quedó con el dinero y le dejó las deudas.

La Audiencia Provincial ha condenado a Álvaro Lalana Algarate a tres años, seis meses y un día de prisión como autor de un delito de estafa. El tribunal absuelve a su mujer Gertrudis Marcianis, al entender que no tuvo intervención en el engaño del que fue víctima una pareja que entregó al acusado 98.000 euros para montar un bar de una supuesta franquicia y terminó perdiendo el dinero y su propio negocio de hostelería.


La sentencia declara probado que Álvaro Lalana –condenado en 2010 por un delito de apropiación indebida y en febrero de 2015 por otra estafa (fallo que está recurrido)– comenzó a frecuentar a principios de 2012 un bar de la calle de Manuel Lasala y entabló buena relación con su propietario, el cual tenía un hijo con problemas de conducta relacionados con el consumo de drogas. Lalana le ofreció su ayuda como experto en métodos de "inteligencia emocional" y tuvo varias entrevistas con el hijo, además de acompañarle a visitas con psicólogos y psiquiatras.


A la vez, aprovechando la confianza que por ese motivo se ganó, el acusado propuso a dueño del bar, representado por el letrado Miguel Tejada, intervenir en un negocio de hostelería que agruparía a varios bares bajo el nombre Alquimia Rose y La Maravilla. Para convencerle, le enseñó tanto a él como a su mujer un local que supuestamente tenía en la plaza de San Francisco y les hizo creer que la apertura del negocio era inminente. Toda la imagen de solvencia que creó sobre su persona les llevó a aceptar el negocio. Al final, Lalana se hizo con el bar que la víctima tenía en la calle de Manuel Lasala, le convenció para traspasarlo y al final se quedó con todo el dinero, un total de 98.000 euros y le dejó todas las deudas que adquirió con el nuevo.

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