El conflicto en el transporte urbano de autobuses de Zaragoza sigue enquistado. La huelga se mantiene a la espera de la reunión que tendrá lugar esta tarde entre Auzsa y los representantes de los trabajadores, en la que se tratará de acercar posturas para encontrar una solución.

Mientras, se ha conocido que la empresa ha advertido a una treintena de trabajadores por su actitud en los piquetes informativos que se llevan a cabo en cocheras desde el primer día de los paros. En concreto, Auzsa les ha remitido una carta recordándoles el derecho de los trabajadores a decidir si secundan o no la huelga, tras un incidente que tuvo lugar con un autobús la semana pasada.

“Estaban intentando que un empleado no saliera a trabajar y se les ha instado a que cese ese comportamiento”, explica Manuel Ramo, gerente de Auzsa, quien desmintió que se hayan abierto expedientes al respecto. El episodio tuvo lugar el primer día de huelga, el pasado jueves, y obligó a la empresa a solicitar la presencia de la Policía Local para que el autobús saliera a su ruta. Algo que se consiguió sin mayores incidentes.

“El mismo derecho tienen a hacer huelga como a no hacerla”, señala Ramo, para quien de hecho, debería ser el propio comité el que garantizase ambos derechos. Por su parte, Javier Anadón, presidente de dicho comité y uno de los expedientados, cree que esta notificación es parte de “las presiones habituales de esta empresa cuando hay una negociación”, aunque deja claro que “los piquetes que hemos hecho han sido siempre meramente informativos, el que no ha querido hacer huelga no ha tenido ningún problema”, comenta.

Además, asegura que las presiones se están centrando en los trabajadores nuevos, y en los que terminan contrato este mes de diciembre, para los que piden un contrato indefinido por las necesidades de la plantilla actual.

Baile de cifras

Como suele ser habitual en este tipo de conflictos laborales, la guerra de cifras en cuanto al seguimiento de los paros está a la orden del día. Mientras desde el comité de huelga hablan de porcentajes “superiores al 90%”, desde la empresa aseguran que “aunque al principio hubo más apoyo, ahora tan solo un tercio de la plantilla los secunda”.

Según Ramo, este lunes “30 trabajadores ya no han vuelto a cocheras y han continuado con su ruta habitual”, una tendencia que “seguramente irá a más estos días”.

Por su parte, la concejal de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Teresa Artigas, exigió a los trabajadores y a la dirección de Auzsa que lleguen a un acuerdo "lo antes posible". Desde el equipo de gobierno de Zaragoza en Común "estamos muy preocupados porque los vecinos de la ciudad son los que sufren las consecuencias", expresó.

A su vez, recordó que el Ayuntamiento está aplicando las sanciones pertinentes a la empresa por incumplimiento de frecuencias, que ascienden a unos 10.000 euros diarios la cuantía que deja de percibir Auzsa por cada una de las cinco jornadas de paros parciales.