Recientemente, Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), Coapema (Consejo Aragonés de las Personas Mayores), Stop Accidentes y Acera Peatonal presentaron una propuesta en el Ayuntamiento de Zaragoza para regular la circulación de ciclistas y vehículos motorizados por estas calles de circulación limitada del Casco Histórico de la ciudad con el fin de garantizar la seguridad de los "peatones más vulnerables".

Estas entidades se quejan de que por estas vías, a las que teóricamente solo pueden acceder los vehículos de carga y descarga en un tiempo determinado, los de las personas que residen allí y en algunos casos las bicicletas, circulan numerosos automóviles de particulares para acortar su camino o cambiar de sentido sin dar mucha vuelta. Sostienen que esta afluencia "masiva" provoca además "deterioros" en los pavimentos que componen las aceras-calzadas.

Fernando Navarro, miembro de Acera Peatonal, explica que, tras la propuesta, el pleno del Consistorio se comprometió a revisar los criterios de la señalización y a abrir un proceso participativo al respecto. "Pero tal proceso no existe y se sigue señalizando con el mismo criterio que antes", comenta.

Las asociaciones implicadas piden un mayor control del tráfico en estos puntos mediante mecanismos como tarjetas identificativas, bolardos móviles o cámaras que lean las matrículas. Asimismo, afirman que el permiso que posibilita circular por estas zonas es un "fantasma administrativo". "Parece que la ordenanza está, pero cuando vas a pedirla no existe, no se puede acceder a ella", detalla Navarro.

Las organizaciones en favor de los peatones abogan por que en las calles de este tipo en las que no exista diferenciación entre la acera y calzada se prohíba el acceso a todas las bicicletas y vehículos motorizados exceptuando aquellos que pertenezcan a las personas que residan allí o a los de carga y descarga. "Somos partidarios de fomentar el uso de la bicicleta, pero creemos que hay que hacerlo bien, es decir, respetando la seguridad de los peatones".

Desde la Unión Vecinal Cesaraugusta sostienen que el cierre del puente de La Almozara a causa de las obras en esta zona ha podido influir, porque buena parte del tráfico se ha podido desviar al Casco Histórico. Sobre todo, al barrio del Gancho, donde existen calles que tienen el acceso restringido a los vehículos.

"Es cierto que hemos recibido varias quejas de los vecinos. Creemos que las obras en el entorno de la plaza de Europa han provocado que circulen más coches por el Gancho, pues muchos de los que antes hubiesen pasado por el puente de La Almozara ahora tendrían que irse hasta el del Tercer Milenio para llegar a su destino. Entonces deciden acortar por vías del Casco para tardar menos. Esperemos que sea por esto y que no hayan cambiado los hábitos de circulación", comenta Manuel Ortiz, presidente de la entidad.

Por su parte, desde el Ayuntamiento sostienen que en el marco de la revisión del Plan de Movilidad Sostenible, están estudiando la idea de implantar medidas dirigidas a mejorar el respeto general a la normativa de tráfico en la ciudad, "sobre todo pensando en los actores más vulnerables de la vía pública: peatones y ciclistas".

"Por eso habría que incluir no solo el cumplimiento de las normas en las calles de tráfico restringido, sino también aspectos como el respeto a los límites de velocidad, a los pasos de peatones, a los semáforos en ámbar y a los carriles bus y las paradas", comentan fuentes municipales.