El Ayuntamiento quiere implantar la recogida selectiva de basura orgánica

Se estudian dos sistemas: el quinto contenedor y el puerta a puerta; antes se harán pruebas piloto. El nuevo plan nacional ordena que en 2020 se recicle al menos un 50% de los residuos generados.

Se trata de un contenedor para depositar en el mismo la basura orgánica (sin restos de ningún otro tipo) al margen de los de cartón, vidrio, envases y al de otros restos.
Se trata de un contenedor para depositar en el mismo la basura orgánica (sin restos de ningún otro tipo) al margen de los de cartón, vidrio, envases y al de otros restos.
diario de navarra

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZEC) está decidido a implantar durante los próximos años la recogida selectiva de basura orgánica, tal y como ya sucede en otras ciudades españolas y de muchos países de Europa. Entre otras razones, porque aseguran que el nuevo Plan Estatal de Gestión de Residuos obliga a ello para así cumplir con el objetivo de reciclar al menos el 50% de todos los desechos domésticos. Pero, además, por criterios de tipo medioambiental y para producir compost, es decir, abono obtenido a partir de los residuos orgánicos que, según la ley, solo habrán podido ser recogidos en origen, por separado, y no en la planta de tratamiento.


Esta recogida separada de material orgánico, que se plantean los técnicos del área de Servicios Públicos, podría llevarse a cabo mediante diversas alternativas, todas ellas en fase incipiente, según fuentes de ZEC. Existen básicamente dos fórmulas: la instalación de un quinto contenedor, un sistema que ya funciona con mayor o menor implantación en otras ciudades como Barcelona o Pamplona; y el puerta a puerta, que consiste en la recogida de los diferentes tipos de basura en distintos días y ha generado una considerable polémica en muchas localidades del País Vasco que fueron gobernadas por Bildu en la anterior legislatura y que establecieron este sistema (que también se da en ciudades europeas como Milán o Treviso, en Italia). Técnicos municipales de Servicios Públicos visitaron recientemente ambas ciudades italianas para hacerse idea de cómo funciona su recogida selectiva.


El llamado quinto contenedor tiene una ventaja si se realiza con llave, como es el caso de Pamplona: se trata de algo voluntario y, por ello, el grado de concienciación de quien colabora en el mismo conlleva una alta pureza orgánica de la basura recogida de forma selectiva, algo que no siempre sucede si el acceso al contenedor (habitualmente, marrón) es libre. En el caso del puerta a puerta, se impone un calendario de recogida, con la consiguiente molestia que ello ha ocasionado a muchos vecinos en las ciudades en las que se ha instalado.Primeros pasos

El horizonte que maneja el actual gobierno de ZEC es poder realizar alguna prueba piloto dentro de unos dos años y fuentes de Servicios Públicos insisten en que el proyecto está "en fase de estudio". "Queremos reunirnos con los grupos y empezar a comentar las posibles ideas, lanzar un debate social, lograr el mayor consenso en algo tan sensible y, finalmente, analizar cuál es el mejor modelo para la ciudad", señalan. No tiene por qué ser uno único, ya que, añaden, ambas fórmulas antes descritas podrían ser incluso "complementarias".


Otro debate será el coste de lo que puede ocasionar un cambio en el modelo de recogida de basura en la ciudad. Por un lado, los técnicos asumen que implantar nuevos contenedores o sistemas podría encarecer el servicio; por otro, afirman que reducir la generación de residuos conllevaría un ahorro a la larga en la utilización del ecovertedero y de sus costes de gestión.


En estos momentos, la capital aragonesa se encuentra cerca del horizonte que marca el nuevo plan (en 2014 se reciclaba el 49%, según datos del Ayuntamiento), si bien esta cifra se modificará a la baja con la entrada en vigor de este documento, ya que se reducirán las posibilidades de reutilización de lo que se denomina material bioestabilizado o materia orgánica obtenida en la planta de tratamiento: de este modo, los técnicos municipales aseguran que para cumplir con dicho 50% de material reciclado (esto es, dotado de futuros usos) deberá llevarse a cabo la recogida en origen de basura orgánica, requisito imprescindible para generar después lo que se denomina compost y que, en función de su pureza, servirá incluso como abono agrícola.


Sin embargo, detrás de la idea de implantar la recogida de basura orgánica hay otra razón de peso: según fuentes de ZEC, su convencimiento ideológico de reducir al máximo los residuos que terminan en el vertedero (mucho más allá del 50% que marcará la ley en 2020, aunque no se atreven a dar cifras si bien en ciudades como Treviso alcanza el 85%); quieren incrementar la capacidad de reciclaje desde el origen y generar menos impacto ambiental al reducir las emisiones de metano.


La entrada en vigor del plan nacional tendrá como efecto la regulación del resto de normativa, también autonómica, explican desde Servicios Públicos. El Ayuntamiento aprobó en este sentido una moción para disponer en un futuro de su propio plan de residuos.El proceso actual y los usos

Según recalca Julio López, responsable de Limpieza en el Ayuntamiento, la ley de 2011 que ahora desarrolla el nuevo plan ya define el resultante de los residuos biológicos tratados en planta como material bioestabilizado (todo ello, después del proceso de extracción de gas llamado biometanización), y hasta ahora tenía diversos usos para su reciclado: entre otros, los destinados a explotaciones forestales, a biomasa, a mejora de montes... En todo caso, desde la entrada en vigor del plan estos usos se restringirán a dos: sellado de vertederos (en concreto el de Zaragoza, en su segunda fase, hasta 2018) y para taludes de vías de comunicación. Ello reducirá sus posibilidades de reciclado a través de su comercialización y por eso, entre otros motivos, se considera necesario compaginarlo con la generación de lo que legalmente se considera compost.

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