Estopa pone la 'rumba'

Los hermanos Muñoz encandilaron al público con sus nuevos temas y los clásicos.

Se acercan las 21.00 y la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza comienza a llenarse. Cada vez son más los jóvenes -y no tan jóvenes- que se aglutinan lo más cerca posible del escenario, ansiosos por poder ver, una vez más, a su grupo preferido. Como es costumbre desde que en 1999 se subieran por primera vez a un escenario, Estopa hace parada en Zaragoza.


"Cuando empezaron, su primer concierto en Zaragoza fue en las fiestas de Las Delicias, y desde entonces no he dejado de seguirles", aseguraba Sandra pocos minutos antes de que salieran al escenario. Esta zaragozana ha llegado a las 17.30 para tener primera fila. Todo eso a pesar de que tenía entrada en la 'zona desconocida', la parte más cercana al escenario. 


Como ella, unas 4.500 personas han llenado la Sala Multiusos, en otra noche grande para Estopa. Los hermanos Muñoz traían su último álbum 'Rumba a lo desconocido' poco más de un mes y medio desde que se pusiera a la venta. "Es el mejor disco, realmente, esto es Estopa", puntualizaba Sandra. Por su parte, Cristina señalaba que con este álbum, los hermanos Muñoz han vuelto a sus orígenes. 


En el cuarto concierto de la gira y después de haber llenado el Palau Sant Jordi en Barcelona, llegaban a Zaragoza en busca de uno de sus públicos más fieles y entregados. Como no podía ser menos, los zaragozanos dieron la talla y se desgañitaron entonando todas y cada una de las canciones.


'Cómo Camarón', 'Cacho a cacho' o la más reciente 'Mundo marrón' son algunas de las letras más aclamadas y para no dejar a nadie con las ganas, David aseguró al inicio del concierto que, aunque presentaban 'Rumba a lo desconocido', "lo vamos a tocar todo: pasado, presente y hasta futuro". 


Y así fue. Unos diez minutos después de las 21.30, las luces se apagaban y el público empezaba a gritar enloquecido: "Estopa, Estopa...". Un solo de batería y unas imágenes de una nave llegando a ¿la tierra? iniciaban lo que iban a ser unas dos horas inolvidables. Las seis pantallas situadas al fondo del escenario mostraban esa llegada de los hermanos Muñoz, que una vez aterrizados, salían de una nave, ubicada en el centro de la tarima.


En menos de un minuto, los primeros acordes de 'Cacho a cacho' inundaban la sala y los presenten no dejaban de saltar y seguir el ritmo que tanto David como José marcaban. Posteriormente, siguieron con sus recuerdos a través de 'Vino tinto' y entonaron el single del último álbum 'Pastillas para dormir'. 


El ambiente se fue caldeando y no faltaron canciones tan conocidas como 'Los chichos', 'La raja de tu falda' o 'Me quedaré'. Para no fallar a las buenas costumbres, un año más, Estopa eligió 'Como Camarón' para poner punto y final a una noche memorable. 

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