El perro se despistó unos segundos tomando otra dirección pero, a continuación, volvió hacia la mujer, que seguía tendida, y le atacó brutalmente en la cara a la altura de la nariz. "Llevaba la cara colgando, ha sido salvaje", señaló Zouhair Khayate, un vecino del barrio que presenció los hechos.

Tras la segunda acometida, el perro volvió a separarse, lo que aprovecharon las residentes de una casa contigua para asistir a la mujer que, a pesar de sus graves lesiones, pudo entrar en su casa, que se encontraba a escasos metros del lugar en el que se produjo el ataque.

Tras ser atacada y aprovechando que el animal se distanció unos metros de ella, Sain Elena pudo levantarse y se dirigió a un pequeño descampado de la calle moviendo una valla metálica. Aún así el pitbull puso su atención en ella de nuevo y accedió hasta ese terreno pasando por una cavidad que había junto al suelo.

Allí se abalanzó otra vez sobre la mujer aunque, en esta ocasión, sin morderla. Ante la gravedad de la situación, su marido accedió al descampado y sujetó al animal por la boca para que cesara su embestida. "Le metí las manos por las fauces y le apreté con fuerza la lengua, porque sabía que así podría parar de atacar. Aunque tardó unos segundos, acabó separándose unos metros de nosotros y así pudimos echar a correr. Por suerte no nos atacó más", señaló Jurj, el marido de la herida.

Zouhair, que presenció los dos ataques, llamó al 061 y tanto los sanitarios como diversos agentes de la Policía Local acudieron al lugar de los hechos minutos después. "Después de ver lo que pasó me subí al techo de un coche de la calle para evitar que me atacara a mí también", apuntaba el joven.

Una vez allí, los policías valoraron disparar al animal un dardo tranquilizante, pero finalmente no fue necesario y entre su labor y la ayuda de los operarios del 061 y de algunos vecinos pudieron atraparlo con un lazo de captura. Seguidamente fue trasladado al Centro de Protección Animal de Zaragoza, ubicado en Peñaflor, donde permanecerá hasta que las autoridades decidan qué hacer con él.

Fuentes de la Policía Local señalaron ayer que sospechan que el dueño del pitbull podría vivir en el mismo barrio Jesús. Los agentes están investigando el tema para lo que, entre otros aspectos, tratarán de encontrar en el interior del animal el microchip de identificación, una pequeña cápsula de cristal especial que contiene un transpondedor con un código con los datos personales de los dueños y cuya implantación es obligatoria en Aragón para los animales de compañía.

Varios vecinos apuntaron que llevaban dos días viendo al animal por el entorno. "Yo lo vi el miércoles y ya estaba suelto. Vino del parque que está aquí al lado y, como algunos niños le han estado dando comida, ha vuelto. Lo deben de haber abandonado", comentó otro residente del barrio.

Tras ser atendidas y estabilizadas en la calle, ambas mujeres fueron trasladadas al hospital Miguel Servet de la capital aragonesa. Los médicos precisaron que la mujer que fue atacada en la cara, Mitrina, presentaba una herida facial grave que precisaba una intervención quirúrgica plástica.

Los familiares de las víctimas que se encontraban en el lugar del suceso señalaron que denunciarán de forma inminente los hechos. "Esperemos que el dueño se haga responsable porque lo que ha ocurrido es una barbaridad", comentó Cornel, otro vecino del barrio.