Los contrastes del Parque Deportivo Ebro
La Fundación ESDA devuelve la vida a las instalaciones a la espera de una ayuda por la riada.
El Parque Deportivo Ebro recupera, poco a poco, la imagen que nunca debió perder, la de una de las mejores instalaciones de la ciudad. Tras el abandono institucional, la Fundación ESDA, integrada por la Federación Aragonesa de Natación, la Fundación Rey Ardid, Jorge Blasco Moreno y la Asociación para la Protección del Medio Ambiente, se ha hecho cargo del recinto y ya ha puesto en marcha algunos de sus servicios.
Es el caso del campo de hockey, gestionado por la Federación Aragónesa, y el de fútbol, alquilado a varios equipos de la ciudad. Además, una escuela-taller de albañilería y jardinería del Inaem (financiada con fondos europeos) está llevando a cabo los trabajos de recuperación de las instalaciones con 16 jóvenes aprendices.
La última novedad, de hace apenas un mes, es el estreno de una pista de paintball, acondicionada como si de un auténtico campo de batalla se tratara y la única que ofrece en Aragón este servicio para niños, gracias a unas pistolas especiales de muelles.
Sin embargo, el ritmo de recuperación de las instalaciones del barrio de la Almozara está siendo más lento de lo previsto. La riada del Ebro anegó buena parte del recinto, causando graves daños. Los gestores pelean desde entonces por recibir una ayuda extraordinaria que ronda el millón de euros pero que no termina de llegar.
Mientras, la imagen del resto del parque, que espera todavía su oportunidad, contrastan con los nuevos servicios. La piscina cubierta, la estrella del Parque Deportivo Ebro, sigue en un estado total de abandono, aunque será la primera de la lista en volver a funcionar cuando se reciba el dinero pendiente.
En los vasos de las piscinas de verano crece la maleza, como en los merenderos o en las pistas de frontón, y el sistema de tuberías y suministro de agua requiere de una profunda reparación.
Dos imágenes, las de la recuperación y el abandono, que conviven a la espera de un impulso económico que permita a los deportistas volver a disfrutar de estas instalaciones.
