Cinco pecados contra los ciclistas

El uso de la bici se normaliza en la capital aragonesa, pero aún quedan detalles por pulir.

Ciclistas por el carril bici de Zaragoza.
Ciclistas en el carril específico del Actur
P. F.

Que la capital aragonesa ha avanzado en los últimos años en la normalización de la bicicleta como medio de transporte es un hecho incontestable. Igual de cierto que todavía quedan por pulir detalles de convivencia, tanto por parte de algunos ciclistas como del resto de usuarios de las calles.


Quienes pedalean a diario por las vías zaragozanas conocen de primera mano estas actitudes. Una de las más latosas es el uso de los carriles bici como zonas de carga y descarga o como aparcamientos en caso de urgencia. Es un problema que se percibe habitualmente en calles donde es complicado encontrar estacionamiento libre, como en Juan Pablo Bonet.




Pero los coches no son los únicos que ocupan las zonas acotadas para las bicicletas, ya que hay peatones y 'runners' que, en ocasiones, usan las vía ciclables como andador. Un fenómeno que se observa a menudo en la Gran Vía:


El paseo de la Independencia es otra de las grandes avenidas zaragozanas en las que se suceden las actitudes nocivas para el tráfico ciclista. Por un lado, algunos conductores no respetan la distancia de seguridad (1,5 metros) a la hora de adelantar:




También hay quien no respeta las parrillas adelantadas de las que las dos ruedas disponen en cada semáforo de la principal arteria de la ciudad. La Policía Local tiene potestad para sancionar con una multa que alcanza los 36 euros a los conductores que rebasen la línea continua. Se trata del mismo caso que cuando un vehículo se queda detenido en una cuadrícula de marcas amarillas o se sobrepasa la línea de 'stop'.




El otro gran punto negro en Independencia para el ciclista es el carril de adelantamiento en el último tramo en dirección plaza de Aragón. Aunque está pensado para que las bicicletas puedan incorporarse al carril de Gran Vía sin ralentizar la circulación, lo cierto es que no son pocos los motoristas que lo emplean para conseguir la 'pole' en el último semáforo de la calle, e incluso llegan a detenerse de forma paralela al coche o autobús que espera el disco verde para continuar la marcha. De este modo, la bici que viene por detrás se queda 'atrapada' y debe esperar otro ciclo semafórico para poder tomar dirección Gran Vía.


Consejos para el ciclista


El servicio Bizi de la capital aragonesa ha publicado un decálogo de consejos para que los ciclistas ganen en seguridad. Recomienda circular siempre por el centro del carril. Esto puede evitar percances desagradables, como que alguno de los coches aparcados abriera la puerta repentinamente al pasar el ciclista a su lado.


También aconseja señalizar las maniobras para que los conductores puedan prever los movimientos del ciclista y actuar con mayor precaución ante ellos y mantener una velocidad adecuada: el ciclista siempre debe respetar los límites de velocidad de las vías por las que circule, no excediéndose nunca de los 30 kilómetros por hora.


El cuarto apunte se centra en guardar las distancias de seguridad, mientras el quinto consejo aborda el uso de auriculares u otros dispositivos electrónicos: nunca deben utilizarse, ya que distraen.


Es importante hacerse visible, usando luces en la parte delantera y trasera de la bicicleta, así como chalecos reflectantes cuando se circula por la noche, así como planificar las rutas para maximizar las condiciones de seguridad del trayecto.


Los últimos consejos del servicio BiZi se centran en extremar la precaución cuando hace mal tiempo, ser precavido en los cruces para evitar la llegada inesperada de otro vehículo y respetar todas las normas de circulación.

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