La Basílica de la Virgen del Pilar de Zaragoza ha incorporado desfibriladores de última generación, que permitirá dar cobertura a los 6 millones de turistas que llegan cada año al templo.

Estos desfibriladores servirán para actuar de manera inmediata en caso de que se produzca un paro cardíaco en el interior del recinto o en sus inmediaciones.

La cardioprotección de la Basílica se ha completado con la formación de 16 de los trabajadores del templo, han informado fuentes de la empresa que los ha instalado, B+Safe.

Estos trabajadores han realizado un curso de resucitación cardiopulmonar (RSC), soporte vital básico (SVB) y uso de desfibriladores, de modo que están preparados para actuar con éxito en caso de presenciar un paro cardíaco, según dichas fuentes.

La Basílica del Pilar es uno de los santuarios marianos más importantes del mundo católico al que llegan cada año entre cinco y seis millones de peregrinos.