'Pan, trabajo, techo y dignidad'

Las Marchas de la Dignidad volvieron a salir a la calle este jueves, 22 de octubre, en Zaragoza. Bajo el lema 'Pan, trabajo, techo y dignidad' se manifestaron para demostrar "la fuerza del pueblo frente al poder económico" y combatir "las agresiones que las clases más desfavorecidas sufren del capitalismo global, capitaneado por los bancos y transnacionales".

A partir de las 19.00, cientos de personas comenzaron a agolparse en la glorieta Sasera, para recorrer varias calles del centro de la capital aragonesa y acabar en la plaza del Pilar. Reivindicaron, entre otras cosas, "el derecho a una renta básica, la garantía de trabajo y salario digno, y que se rechace la privatización de los servicios públicos".

Y es que, tal y como se explicó desde una de las organizaciones convocantes, la Confederación General del Trabajo (CGT), hay que "gritar la rabia e indignación de una sociedad que está siendo paulatinamente empobrecida y silenciada, mientras un pequeño número de familias opulentas se apropia de toda la riqueza creada por el conjunto de la humanidad y de los recursos naturales del planeta". 

Además, entienden que "la proximidad de unas elecciones o los recientes cambios en algunos gobiernos locales y autonómicos no deben suponer la paralización ni el debilitamiento de la movilización en la calle", puesto que manifestarse es la garantía de que las nuevas autoridades no se van a olvidar de las necesidades y las reivindicaciones del pueblo al que aseguran deberse". 

Además de la CGT, estuvieron presentes otras organizaciones como Marea Verde, reivindicando que 'La escuela ni se vende ni se toca' o Stop Desahucios, portando el lema de 'No a las hipotecas basura'. También representantes y simpatizantes de grupos políticos como Chunta Aragonesista, Podemos, el Partido Comunista de los Pueblos de España o Izquierda Unida. 

Maribel Martínez, recién llegada a casa

Entre los manifestantes, estuvo presente Maribel Martínez, ?miembro del Consejo Político Local de IU Aragón, que fue detenida en Bruselas la pasada semana, junto a otras cinco personas, en una de las denominadas Euromarchas.

Una vez liberada, a su regreso a casa, quiso seguir denunciando la crisis que asola el país, con todo lo que ello conlleva: "La mujer y los jóvenes están muy perjudicados en estos momentos por la pobreza. Mucha gente no tiene derecho a una vivienda digna y se sigue pasando hambre. Por ello, qué mejor lema que 'Pan, trabajo, techo y dignidad'. Hace mucha falta", sentenció.