Niños por la mañana en el cole, y artistas de circo por la tarde

El Circo Italiano, instalado estos días en Zaragoza, tiene colegio propio para 17 niños y adolescentes.

Alumnos de la escuela del Circo Italiano, con su profesora Olatz (segunda por la izquierda).
Alumnos de la escuela del Circo Italiano, con su profesora Olatz (segunda por la izquierda).
Sandra Lario

Sídney aprende las características del capitalismo; Christian repasa historia; a Lidia le toca lengua; Martin, Demi, Claudio y Laura hacen ejercicios sobre la Tierra y los planetas. La profesora, Olatz Orozco, resuelve sus dudas. Son alumnos de la ESO de un colegio muy particular: la escuela del Circo Italiano, instalado este mes en Zaragoza. Por las mañanas asisten a clase y por las tardes actúan bajo la carpa del circo.


El circo viaja con una escuela itinerante. Es un tráiler acondicionado con dos aulas: una para Secundaria y otra para Primaria. El aula de los menores de 12 está cerrada de momento por un problema con el Ministerio de Educación y los niños van temporalmente al colegio de Valdespartera. Olatz, la profesora de Secundaria, vive también en una de las caravanas del circo y viaja con ellos. Este mes están en Zaragoza, el pasado en Soria y en noviembre irán a Lérida.


"Nos hemos acostumbrado desde niños a esta vida, nos gusta mucho. Siempre estamos viajando y conociendo sitios nuevos", afirma Sídney, de 15 años. "Hago un número de acrobacias con mis hermanas. También participo en el espectáculo de magia y el de sombras, y salgo de majorette", cuenta esta joven artista, hija de artistas circenses, y estudiante de un curso adaptado con contenidos de 3º y 4º de la ESO.


"Los alumnos siguen una educación a distancia a través de una plataforma del Ministerio. Los chicos vienen con sus portátiles a clase y se conectan para ver los temas y los ejercicios. Yo desde aquí les guío, les ayudo y resuelvo dudas. En la clase tenemos siete alumnos entre 12 y 17 años. Los chicos de 1º de la ESO siguen un ritmo muy similar al de un instituto normal. Para los más mayores se hacen currículums adaptados que condensan asignaturas. Así pueden compaginarlo con el trabajo", explica Olatz.


Las clases de la escuela del circo son de 9 a 14.00, con un descanso a media mañana en el que van a dar una vuelta por el circo o se acercan paseando hasta Valdespartera. Por las tardes tienen función o ensayos. Este jueves actuarán a las 17.30 y 20.15, y el viernes, a las 17.30.


"Es una vida distinta a los chicos de nuestra edad. Algunos días da pereza madrugar y venir a clase a las 9.00", reconoce Christian, adolescente con cara de sueño por la mañana y 'laserman' por las tardes en el centro de la pista.


Todos son hijos de artistas, y han vivido su infancia entre las caravanas y la carpa del circo. No recuerdan cuándo fue la primera vez que participaron en el espectáculo. "De pequeño salía a ayudar a mi padre. Y ahora en el entreacto ya tenemos nuestro propio número de piruetas", cuenta Claudio, de 12 años.


Para Olatz, la profesora, todo esto es nuevo. Solo lleva un mes como profesora, contratada por el circo. Es de Legazpi, tiene 24 años, terminó Magisterio hace uno y se presentó a una oferta que vio por internet. "Me llamó la atención y quería probar. Es un trabajo muy chulo. Me está gustando mucho. También es duro, porque son alumnos de cursos y niveles muy distintos y tengo que preparar muy bien las clases. Son chicos con una vida distinta, pero en el fondo no son tan diferentes de otros chavales de su edad", reflexiona Olatz.

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