El Ayuntamiento no terminará por ahora el edificio de Remar

El edificio municipal en Rosales del Canal que iba dar cobijo a Remar seguirá sin terminarse ni tener un uso definido a lo largo de los próximos meses debido al alto coste que supondría completar la obra, que un informe municipal eleva a 1.298.000 euros. El Ayuntamiento adquirió recientemente el espacio por algo más de dos millones y ahora es poseedor de un inmueble al que, de momento, no puede dar una salida clara.

La idea del anterior equipo de Gobierno pasaba por trasladar al inmueble el almacén de una empresa conveniada (Tranviaser) a la que se paga un alquiler anual por sus instalaciones en la carretera de Logroño. El estudio interno del Ayuntamiento acabó por tirar la idea por el elevado coste que supondría arreglar todo el edificio, que ocupa una superficie total de cerca de 8.000 metros cuadrados.

Hasta este momento solo se han hecho algunas intervenciones en materia de seguridad y ahora se quiere realizar un cerramiento para proteger la instalación eléctrica y otros elementos, como los suelos de tarima.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, explicó en la comisión del área de este miércoles que el estado del edificio "exige actuaciones urgentes para que no quede en situación de abandono", pero reconoció que, con la vista en los presupuestos del año que viene, "lo más lógico será elaborar un programa de necesidades y un calendario para realizar obras por partes". Lo normal, apuntó el edil, será "poner en uso el inmueble poco a poco".

El concejal fue preguntado sobre este asunto por el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Alberto Casañal, con quien coincidió en lo oportuno de buscar un nuevo nombre para la instalación, algo que se debatirá con el tejido asociativo y vecinal de la zona.

Mientras tanto, la organización vecinal del barrio insiste en que el inmueble se destine a "centro sociocultural polivalente abierto a todo y a todos, especialmente a la infancia", ya que cuentan con "cero servicios, ni bibliotecas ni ludotecas ni nada para los más pequeños", por lo que se tienen que "ir hasta Casablanca".

Barracón de Valdespartera

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Otro espacio reivindicado con insistencia por los zaragozanos, en este caso por los vecinos de Valdespartera, es el barracón militar sobre el que tanto se ha debatido en el distrito. También hubo tiempo en la comisión de Urbanismo para hablar sobre él.

El problema de esta instalación radicaba en el alto coste que entraña su sistema de climatización, que trabaja de forma general en el edificio en lugar de por zonas. El Ayuntamiento ya ha ejecutado obras por valor de 36.800 para modificar el sistema y que este sea más eficiente, pudiéndose usar "de manera sectorializada" y así enfriar o calentar las distintas zonas de manera independiente.

Las asociaciones de vecinos y otras entidades serán las usuarias de este barracón, aunque desde el Consistorio se hace hincapié en que será necesario "conveniar programas y elaborar reglamentos".