Hasta 14 menores fueron ingresados por abuso de alcohol durante las fiestas del Pilar

El ingresado más joven por este motivo durante las fiestas del Pilar fue un niño de 13 años.

Botellón en una plaza zaragozana
Botellón en una plaza zaragozana
Heraldo.es

Los servicios hospitalarios de Urgencias atendieron durante las fiestas del Pilar un total de 14 casos por consumo abusivo de alcohol entre menores de edad. Ocho de estos sucesos resultaron de especial gravedad, ya que se corresponden con intoxicaciones etílicas agudas, según los datos facilitados por el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón. Destaca, por lo especialmente joven del atendido, el ingreso de un niño de 13 años.


Desde el Salud se recuerda que la ingesta durante la etapa de crecimiento "perjudica el desarrollo cerebral y puede ocasionar problemas de memoria y de aprendizaje provocados por el etanol que contienen todas las bebidas alcohólicas". Además, se alerta de que puede generar "una dependencia en la edad adulta".


Los adolescentes atendidos en los cuatro hospitales -Miguel Servet, Lozano Blesa, Provincial y Royo Villanova- no son los únicos zaragozanos que han tenido que ser ingresados con intoxicaciones etílicas. Los cuatro servicios de Urgencias de la capital aragonesa han tratado a 48 mayores de edad con casos graves o muy graves motivados por una ingesta excesiva de bebidas con graduación. Sólo en una docena los pacientes eran mujeres.


Que el problema del consumo de alcohol entre los jóvenes sigue vivo es evidente, aunque cada vez se aborda desde más ángulos. Este año, la Policía Local intensificó su control en el transporte público y el entorno de las zonas de fiesta, especialmente en Valdespartera y el Parking Norte de la Expo. Y el balance final de fiestas de Cruz Roja invita al optimismo. La organización atendió durante las jornadas pilaristas menos intoxicaciones etílicas o por consumo de drogas que en los últimos años.


Los sanitarios intervinieron en 65 ocasiones por este motivo desde el día del pregón hasta que se lanzaron los fuegos artificiales que pusieron el broche final a la juerga, mientras que en la pasada edición esta cifra se elevó a 73, y en 2013 se disparó hasta las 92 intoxicaciones.


La reducción del botellón en las zonas de fiesta ha sido determinante a la hora de disminuir el peso del alcohol en las estadísticas. "El mayor control se ha notado en el Espacio Z (Interpeñas), donde hemos visto menos botellón y hemos tenido que realizar menos intervenciones", explica José María Esteban, uno de los responsables de Cruz Roja durante las pasadas fiestas.


Amparados en el artículo 11 de la ordenanza de Limpieza Pública de la capital aragonesa, los agentes municipales han multiplicado este octubre su actividad a la hora de requisar las botellas que portaban los menores, una medida de la que Cruz Roja hace "una lectura muy positiva", ya que "se ha demostrado muy eficaz".


Fuentes de la Policía Local también consideran que el mayor celo de los funcionarios "ha servido para reducir el problema del botellón en los lugares más habituales".


Otro enclave pilarista donde el alcohol es mal compañero es la plaza de Toros, donde cada mañana se arremolinan miles de personas para ver o participar en las vaquillas. "Se ha notado también un mayor control, lo que unido a los carteles que se han colocado en el coso ha evitado que este año entrase al ruedo gente en un marcado estado etílico", apunta Esteban, quien recuerda que "solo el día 11 se tuvo que echar del recinto a una persona que estaba molestando en los pasillos interiores".

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