"El objetivo es enseñar a nuestros alumnos a ser felices"

Todos los niños del colegio Ramiro Soláns practican Mindfulness en el aula, que ha ayudado a mejorar la convivencia y el rendimiento escolar.

Mindfulness en el colegio Ramiro Soláns de Zaragoza.
Mindfulness en el colegio Ramiro Soláns de Zaragoza.
Sandra Lario

Los chicos de 5º suben revueltos del recreo y se sientan en su sitio. Amparo Jiménez, la tutora, se dirige a ellos con voz suave. "Cerrad los ojos, buscamos la postura correcta, inspiramos profundamente. Vamos a empezar a ser conscientes de nuestro cuerpo. Notamos cómo los pies tocan el suelo...". Los gritos y juegos de otros compañeros se cuelan por la ventana. En el aula hay un silencio absoluto y 18 chavales de 10 y 11 años siguen las indicaciones de Amparo.


En el colegio Ramiro Soláns, en el barrio Oliver de Zaragoza, todos los alumnos practican a diario Mindfulness. La meditación, el yoga y otras técnicas para fomentar la atención plena forman parte del programa "Aulas Felices" y del proyecto "Entre todos", que han revolucionado la vida del centro. El colegio tiene 200 alumnos, 61% de etnia gitana y 34% inmigrantes. En una década han mejorado muchísimo sus problemas de absentismo, convivencia y fracaso escolar.


"Abrimos los ojos, miramos el cuadro (el de la 'Mujer asomada a la ventana' de Dalí, proyectado en la pizarra digital). Nos fijamos en los detalles. Somos conscientes de lo que sentimos. Y notamos cómo poco a poco nuestro cuerpo se relaja", continúa Amparo guiando a sus alumnos. "¿Qué tal os habéis sentido"?, les pregunta siempre al final de la sesión de Mindfulness.


Varios chavales contestan que se sienten calmados. Jonathan cuenta que lo practica antes de los partidos con su equipo de fútbol. Laura le enseña a su madre en casa "para que esté más tranquila". A Francisco, nuevo en el colegio, le gusta los días que hacen "saboreo": ir saboreando poco a poco un alimento y ser plenamente consciente de su textura y su sabor. Todos los días, en todas las clases, practican Mindfulness unos 10 o 15 minutos después del recreo. Los pequeños de Infantil hacen yoga y masajes.


"El Mindfulness mejora la capacidad de atención y concentración. A los chavales les proporciona calma y les ayuda a afrontar mejor los conflictos. Les ayuda a comunicarse con ellos mismos y con los demás. Les hace ser conscientes de la felicidad de las pequeñas cosas y momentos", explica Amparo. Todos los profesores del centro se han formado en Mindfulness y lo aplican en el aula con sus alumnos.Aulas felices

Hasta hace poco más de una década el Ramiro Soláns era un colegio gueto con un alumnado muy complicado. "Teníamos un elevado índice de absentismo, problemas graves de convivencia, muy poca relación del centro con las familias y con el barrio. Los profesores decidimos formarnos y diseñar un plan para cambiar la escuela. Lo llamamos 'Entre todos'", cuenta la directora, Rosa Llorente.


Hace tres cursos adoptaron el programa 'Aulas felices' (un programa educativo basado en la psicología positiva, elaborado por docentes aragoneses), que incluye Mindfulness y la educación en las fortalezas. Cada curso eligen tres valores o fortalezas sobre las que trabajar. El año pasado fueron gratitud, perservancia e integridad. Para este curso siguen la integridad y añaden justicia y vitalidad.


"No queremos que se trabajen y se queden en el olvido, sino que pasen a formar parte de su vida, en el centro y en su casa. Nuestros alumnos son niños con situaciones complicadas. Para ellos el colegio es un reducto de paz. Nuestro objetivo es enseñarles a ser felices", reflexiona la directora.


Los resultados se ven en las aulas, en el patio y en sus casas. "En 12 años hemos transformado la realidad. Hemos conseguido que el 70% de los alumnos de 6º aprueben (antes era en torno a un 5%); hemos reducido el absentismo del 30% de los niños a un 7%; hemos reducido de manera muy significativa los conflictos. El proceso es complejo pero muy gratificante. Tenemos que combinar rigidez con flexibilidad y cariño", afirma la directora.Premios y agradecimientos

El colegio ha recibido varios premios por sus logros. El último, hace dos años, fue su selección como "escuela de éxito" por el Consejo Escolar del Estado. "Para nosotros lo más importante es el reconocimiento de las familias, que nos apoyan y se implican", apunta Rosa.


En el pasillo hay un "diario de gratitud", en el que han dejado sus mensajes alumnos, profesores, padres, el conserje, el Justicia de Aragón y otras visitas que ha tenido el colegio. También hay muestras de gratitud en Youtube, como una reflexión de Dolores y Luis, padres del cole, a final del curso pasado.


"Damos las gracias por la paciencia que habéis tenido con nuestros hijos y con nosotros. En el tiempo que llevan nuestros chicos aquí han superado mucho. Antes no valorábamos la educación. Los chicos venían por obligación. Ahora vemos que es necesario y muy bueno para ellos. Estamos muy agradecidos", afirman.

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