Las Fuerzas de Seguridad han vuelto este martes por la mañana a la instalaciones de la Pirotecnia Zaragozana para investigar las causas de la explosión que este lunes causó seis víctimas mortales y otros seis heridos, tres de ellos muy graves.

Fuentes de la Guardia Civil han señalado que se ha reanudado la inspección de las instalaciones de la empresa, que se encuentra ubicada en el barrio zaragozano de Garrapinillos, tras encontrarse esta pasada madrugada el cadáver de la persona que aún permanecía desaparecida.

La Guardia Civil ha establecido un gran perímetro de seguridad para impedir el acceso a la zona de las explosiones, donde los técnicos del Tedax examinan la gran cantidad de material que ha quedado esparcido por las instalaciones.

El Delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, ha advertido que "llevará su tiempo" la investigación sobre las causas de la explosión, que provocó un gran estruendo que se oyó en las poblaciones cercanas y en la capital aragonesa, que está a unos nueve kilómetros de la pirotecnia.

El balance definitivo de la explosión ha sido de seis personas fallecidas, entre ellas un matrimonio, y seis heridas, tres de ellas de gravedad, entre los que se encuentran al parecer un padre y su hijo, aunque aún no se han confirmado las identidades de todas las víctimas.

Pirotécnica Zaragozana, que fue adquirida a principios de año por el grupo francés Etienne Lacroix, es una de las más importantes de España y cuenta con unas 43 personas en su plantilla.

Según han recordado medios locales, la empresa pirotécnica ya había registrado otros siniestros importantes como el sucedido el 3 de junio de 1967, en el que murieron cinco trabajadores, y otros en los que se registraron cuantiosos daños materiales.