Tarazona ha vuelto a estallar en emoción con la salida del Cipotegato. Pasadas las 12.00, las campanas del Ayuntamiento han dado el pistoletazo de salida del Cipotegato y con él, a las fiestas en honor a San Atilano.

En la plaza de España, principal escenario de la fiesta, se congregaban cientos de turiasonenses y visitantes cargados de kilos de tomates que comenzaron a teñirse de rojo desde bien temprano. Si bien es cierto, la batalla se lidió minutos antes del mediodía, pocos pudieron sobrevivir con el blanco impoluto.

Participantes de la fiesta y espectadores llenaban balcones, terrazas y cualquier altura para ver con toda claridad el momento culmen de la llegada a la estatua.

A voces, la plaza esperaba con ansia la vuelta del personaje más popular de Tarazona al grito de “Cipote, Cipote, y nadie más” y aplausos incesantes.

Mientras, el Cipotegato ha realizado una ruta por los atractivos turiasonenses como la Plaza de Toros Vieja, el pórtico de la Catedral y las zonas más nuerálgicas: Fueros de Aragón, Marrodán o Doz.

El último tramo, sin duda el más emocionante y complicado, fue completado ya con el Cipotegato llevado a hombros, y aupado hasta la estatua en su honor desde donde saludó y agredeció el cariño de todos los turiasonenses que han vibrado sin cesar.

En volandas y todavía con el anonimato 'intacto' ha regresado transportado por la marea hasta las puertas del Ayuntamiento. Ya sin máscara, y desvelando un secreto a voces, Carlos Vijuesca, un turiasonense de 35 años y padre de gemelos, ha recibido el cariño de los suyos, esta vez, dentro del Consistorio tras haber cumplido el sueño de representar al Cipotegato.

Baño de espuma, manguerazos y fiesta en la calle

Una vez todos los tomates han volado por el cielo de Tarazona, las peñas han emprendido la salida de la plaza a ritmo de las charangas. Desde los balcones, cubos y mangueras regaban a los juerguistas con agua helada, aunque estos no parecían inmutarse pues imploraban a los vecinos más al grito de: “No seas rata, que el agua está barata”.

La juerga y la diversión continuará durante todo el día por toda la ciudad, concretamente en la Plaza de Toros Vieja donde se celebrará una fiesta de la espuma, la cuesta de Pretiles y la plaza de Nuestra Señora de 'Garrafus' donde la música no cesará hasta el amanecer de mañana.

En segundo plano, la 'fiesta' la sufrirán durante las próximas horas las brigadas de limpieza que se esforzarán al máximo para que las inmediaciones del Ayuntamiento queden sin rastro de tomate.