Lluvia de tomate en Tarazona

Tarazona se prepara para la batalla de tomates que dará inicio a sus fiestas en honor a San Atilano.

Jóvenes almorzando en terrazas de Tarazona antes del Cipotegato
Jóvenes almorzando en terrazas de Tarazona antes del Cipotegato
M. R.

Los signos de la resaca prefiestas se han dejado ver en las caras de quienes se disponen a disfrutar de los excesos previos al Cipotegato. La lluvia de tomates llegará a las 12.00.


Jóvenes y no tanto, llenan las terrazas reunidos en cuadrillas para preparar al estómago con almuerzos compuestos de huevos fritos, patatas y muchas calorías.


La ropa blanca (de distinto tono según el número de Cipotegatos, y hasta con tomates), el pañuelo y la faja azul han vuelto a las calles de Tarazona como uniforme oficial de las fiestas. Hay quienes todavía no han comprado los tomates, y otros, que ya tienen preparadas las bolsas en la mano.


Lo que sí está listo son los plásticos de protección en toda la plaza de España. No obstante, cualquier hueco al descubierto, será aprovechado durante la celebración para manchar a los que prefieren ver y no pringarse.


Incluso los más bisoños son viejos conocidos en la mañana del 27 de agosto. “Llevo viniendo a la plaza desde que tenía 9 años”, cuenta Claudia de tan solo 16.


También los forasteros visten galones: “Mi primo es de Tarazona y desde 2007 solo me lo he perdido una vez”, recuerda Marta, vecina de Zaragoza, mientras va camino de una de las peñas de la Virgen del Río antes de subir a la plaza.


Los conocidos 'cuartos' hacen las veces de cuartel donde hacer tiempo, cargar las pilas y la maleta antes del esperado momento. En muchos de estos locales entran los vendendores ambulantes que se afanan por despachar cualquier accesorio antes del mediodía, aunque según confiesa alguno, es más fácil cuando las bebidas espirituosas han hecho estragos.


Hay quien se lo pone todo, como si fuera Nochevieja: Gorro, gafas, collares hawaianos, incluso sandías por sombrero. La tecnología más puntera también se ha colado en estas fiestas de manchar, las cámaras de usar y tirar han dado paso a las 'gopro' y las fundas impermeables con las que inmortalizar las venturas y desventuras del Cipotegato.


Si bien, pocos son los respetados en cuanto a no recibir tomatazos no deseados, cualquiera con un micro o una cámara en la mano se va a convertir en el blanco preferido para los lanzadores de la nutritiva verdura.


La fiestas en honor a San Atilano comienzan oficialmente al mediodía y se prolongarán hasta el próximo 1 de septiembre con la 'quema del Sapo'.

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