Yincana-Olimpiadas en Utebo

La peña La Cikutrina organizó una nueva edición de este acto, en el que los utebanos se enfrentaron en carreras de sacos y pruebas de fuerza y de habilidad.

Un peñista se desliza con un flotador por una superficie de plástico llena de agua mientras intenta alcanzar un vaso de cerveza.
Un peñista se desliza con un flotador por una superficie de plástico llena de agua mientras intenta alcanzar un vaso de cerveza.
Oliver Duch

El éxito cosechado por las Yincana-Olimpiadas celebradas en las fiestas del año pasado convenció a la peña La Cikutrina para preparar una segunda edición este verano. Los miembros de las diferentes peñas de Utebo lo pasaron ayer en grande al batirse en duelo en las diversas pruebas que se organizaron para el evento.


El buen tiempo propició una jornada con mucha participación en el parque de Las Fuentes, que alrededor de las 17.00 ya se encontraba engalanado con los diferentes materiales que se iban a utilizar en las Yincana-Olimpiadas. Los peñistas de La Cikutrina, Los Mineros, Buda, Kilyakan, Boikot, Zarandeo y Cachondeo esperaban con ansia comenzar la serie de pruebas, cuyos vencedores –Kilyakan– obtuvieron una pata de jamón, una ristra de chorizo y una botella de vino.


Los promotores de las actividades se preocuparon por preparar unas pruebas que aunasen el empleo de habilidades físicas y las situaciones cómicas.Agua, sacos y alcohol

En primer lugar, "los cuatro mejores bebedores de cada peña", en palabras del maestro de ceremonias, se sentaron por filas, uno detrás de otro, para llevar a cabo la ‘Zona prohibida’. La prueba consistía en que cada miembro de la peña tenía que beberse un vaso lleno de cerveza y, cuando lo acabase, debía colocarlo boca abajo sobre su cabeza. Entonces, el siguiente peñista hacía lo mismo y ganaba el grupo que lo concluyese en menos tiempo.


Tras esta, ‘Deslízate’ provocó las carcajadas del público asistente. Los participantes debían recorrer tumbados sobre un flotador una superficie de plástico llena de agua y, al acabar el recorrido, tenían que beberse sin levantarse otro vaso de cerveza que había sobre el suelo. La velocidad que llevaban algunos de los peñistas provocó que tirasen los recipientes al suelo y que perdiesen tiempo para su equipo, pero la buena convivencia y la hermandad entre las peñas eclipsó cualquier tipo de competitividad.Pique entre familiares

Con la prueba de dar diez vueltas apoyando la cabeza sobre un palo de fregona para luego arrancar una fruta de una cuerda con los dientes se vivieron los momentos más graciosos. Los peñistas salían tan mareados de los giros que apenas podían ubicarse para localizar las peras y manzanas y alguno incluso perdió los pantalones con tanto movimiento. Allí se vivieron los primeros piques entre miembros de las mismas familias pero de diferentes peñas, que se acentuaron aún más con las carreras de sacos y la prueba de la soga, pero que se dieron en un clima de diversión continua.


Tras estas actividades, los peñistas se dirigieron a las calles del casco antiguo a ver los últimos coletazos del encierro de vaquillas y se comprometieron a reunirse el año que viene en una nueva edición de las cada vez más exitosas Yincana-Olimpiadas de Utebo.

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