Esther Serrano, la  madre de Zaragoza que ha impulsado la recogida de firmas para que se permita el uso de manguitos a los menores en las piscinas municipales, ha alcanzado ya más de 4.600 apoyos.  

Esta madre ha propiciado la recogida de firmas a través de Change.org con el fin de lograr que el Ayuntamiento de Zaragoza elimine esta restricción que se basa en las opiniones de los operarios de las piscinas de que "los manguitos molestan a los demás bañistas", informan fuentes de la plataforma digital.

Para esta madre resulta "curioso" que se prohiban los manguitos pero sí se pueda usar el llamado churro, a su juicio un artefacto "mucho más molesto" que los elementos de flotación que se colocan en los brazos de los niños.

Esther Serrano subraya la utilidad de los manguitos porque en "caso de descuido o caída a la piscina pueden llegar a evitar que el niño se ahogue".  

Como publicó Heraldo de Aragón el pasado 3 de julio, tras la muerte por ahogamiento de un niño de 3 años en las piscinas de Gran Vía,  casi mil ciudadanos firmaron en poco más de 24 horas una carta dirigida al Ayuntamiento de Zaragoza  en la que le instan a permitir que los niños usen manguitos en las piscinas municipales. Esta publicación fue compartida en Change.org y ahora ya son más de 4.600 los firmantes. 

En la citada misiva, remitida por Esther Serrano, se dice que «los manguitos van adosados a los brazos de los niños y en caso de descuido o caída sirven de gran ayuda evitando que el niño pueda ahogarse".  

La normativa dice que sí que se pueden usar manguitos y burbujas (nunca flotadores) en los vasos para bebés (de hasta 50 centímetros), donde los padres no pueden estar con ellos en el agua, a no ser que el niño sea muy pequeño (por ejemplo, 9 meses) y no se tenga en pie. 

Las tablas de natación y los churros sí que son válidos en vasos de 1,40 metros de profundidad (las piscinas intermedias) bajo vigilancia directa de adultos. Los chalecos están siempre permitidos si cumplen la normativa de la CEE. Y sobre todo se hace hincapié en que los niños de hasta 14 años no pueden entrar solos en las instalaciones ni bañarse sin ser supervisados.