CHA apoya a Lambán por responsabilidad y coherencia, a pesar de las diferencias

El portavoz de CHA en las Cortes de Aragón, José Luis Soro, ha afirmado este viernes que su partido apoya por primera vez en sus 29 años de vida la investidura de un presidente de Aragón, la del socialista Javier Lambán, por responsabilidad, coherencia y madurez política, a pesar de las diferencias.

En la que ha dicho será probablemente su última intervención como portavoz de CHA esta legislatura -ya que se prevé que entre en el gabinete de Lambán-, Soro ha señalado que su partido apoya la investidura de Lambán para ser útil y transformar la realidad, sin intereses electoralistas, para que presida un gobierno de izquierdas con sensibilidad aragonesista.

Y ha propuesto como retos a Lambán que sea "audaz", que no se conforme con una comunidad en la media y aspire a que esté "a la vanguardia", que haga políticas de izquierdas y que se "crea" Aragón y "piense en grande", porque es un territorio con "un potencial tremendo".

Soro ha remarcado que el objetivo de CHA no era echar al PP de las instituciones, sino "desalojarles del poder" y hacer lo posible para construir un gobierno de justicia social que tenga a las personas como protagonistas.

Así, ha defendido el acuerdo suscrito con el PSOE, que ha calificado de "realista", y ha apuntado que dado que el gobierno PP-PAR ha dejado las arcas públicas "esquilmadas", hay que revisar el grado de ejecución de todas las partidas del presupuesto de este año y los gastos comprometidos para conocer qué margen de maniobra les queda para reforzar las políticas sociales.

Soro ha resaltado también, del acuerdo, que los presupuestos de 2016 van a ser participativos con el objetivo de garantizar los servicios del estado de bienestar, y que por ley se blindarán los derechos sociales, para que una vez fijados los fondos públicos para los servicios sociales no puedan reducirse en los sucesivos presupuestos.

También ha puesto de relieve algunas medidas pactadas con el PSOE que Lambán no citó en su discurso, como la aprobación de un decreto aragonés de la vivienda para la moratoria en los desahucios, el realojo obligatorio y la creación de bolsa de viviendas de alquiler, medidas para combatir la pobreza energética o revisar los copagos.

En relación con la Universidad, también el Gobierno se compromete a revocar los títulos de grado de Magisterio a la Universidad San Jorge y a recuperar el diálogo con la pública de Zaragoza para garantizarle financiación suficiente y un plan de equipamientos.

Asimismo ha aludido a medidas para "cuatribarrar" la política del Gobierno, para que defienda con firmeza los derechos colectivos de los aragoneses, como el funcionamiento de los mecanismos de relación bilateral con el Estado, impulsar la firma del acuerdo económico financiero o denunciar los convenios en los que Aragón financia cuestiones que son competencia del Gobierno central.

Asimismo, han acordado la aprobación de una ley de derechos históricos, una nueva ley de lenguas que garantice los derechos de la ciudadanía o mejorar la regulación de la Cámara de Cuentas o el Justicia de Aragón.

Ha admitido, no obstante, que su partido y el PSOE discrepan "abiertamente" en asuntos como la política hidráulica o el modelo comarcal, y la única solución, ha dicho, pasa por el diálogo desde el respeto.

En su réplica, Lambán ha agradecido el gesto de CHA por apoyar su investidura y ha asegurado que estará "a la altura", al tiempo que ha remarcado que es imprescindible, una vez tome posesión el gobierno, ver qué partidas están disponibles para afrontar las primeras medidas y empezar "rápidamente" a redactar el presupuesto de 2016, que es el que podrá reflejar los compromisos adquiridos entre el PSOE, Podemos, CHA e IU.

Ha coincidido con Soro en que el diálogo con la Universidad de Zaragoza se tiene que retomar de manera inmediata y empezar a cumplir los compromisos con ella, y ha apuntado, respecto a la San Jorge, que no puede impartir especialidades que la pública puede ofrecer de manera suficiente como Magisterio, sobre todo porque supone "un hachazo mortal" para los campus de Huesca y Teruel.