Caspe espera que el coto de Mequinenza afiance las actividades en torno a la pesca

El pago de licencias comienza en julio. La pesca furtiva llegó a poner en jaque el Mundial de pesca que se celebra en octubre.

Detenidas seis personas por capturar ilegalmente 2.300 kg de pescado en Mequinenza
Detenidas seis personas por capturar ilegalmente 2.300 kg de pescado en Mequinenza
Guardia Civil

Tras varios años persiguiéndolo, el coto deportivo de pesca que reclamaban las sociedades de pescadores de los municipios en torno al embalse de Mequinenza comenzará a ser palpable a partir del 1 de julio. Los pescadores que a partir de esa fecha quieran pescar en el 'Mar de Aragón' -como se denominará ahora también el coto- deberán abonar entre 3 y 35 euros para obtener permisos de pesca que se podrán adquirir de forma diaria, semanal o anual. Un dinero que ayudará a controlar y gestionar un entorno que en los últimos años “se estaba degradando irremediablemente” debido a la presencia de pescadores furtivos y la acumulación de basuras en las riberas.


“Ha costado mucho, y ahora esperamos que tenga una buena aceptación y sirva al menos para eliminar métodos de pesca abusivos y poder controlar mejor los residuos en la zona”, explica Luisa Serra, presidenta de la Sociedad Deportiva de Pesca de Caspe, quien señala que “a los aficionados de verdad no les importa pagar si tienen a cambio un medio mejor gestionado y más limpio”.


La gestión del coto correrá al cargo de la Federación Aragonesa de Pesca junto con las numerosas asociaciones que regentan la zona, convertida en un atractivo destino para los más de 20.000 pescadores, tantos nacionales como extranjeros, que según las estimaciones que mantenía la DGA cada campaña se acercan a esta altura del Ebro.El mundial de carpfishing: más de 700 personas de afluencia en solo seis días


El coto abarcará cerca de 450 kilómetros de las orillas, y la recaudación de los permisos permitirá contratar a dos guardas de seguridad privados que ayudarán a mantener el control en la zona, donde, a pesar del aumento del control de la Guardia Civil, año tras año se ha producido una escalada del furtivismo por parte de bandas de países del este que esquilmaban el Ebro para extraer toneladas de pescado. Solo en el segundo semestre del año pasado se incautaron más de 10 toneladas de pescado que había sido conseguido mediante el uso de redes kilométricas. Las estimaciones sobre cuánto puede afectar este desgaste al ecosistema del río son variables, pero en cualquier caso los pescadores ya lo han notado.


“En las competiciones que hemos venido celebrando en Mequinenza en los últimos veranos los efectos del furtivismo han quedado patentes”, explica Serra. Durante el último campeonato de España de 'carpfishing' celebrado en Caspe el verano pasado, 88 de los pescadores federados más avezados del país consiguieron pescar poco más de una tonelada -que después fue devuelta al río- en tres días de competición. Casi la mitad que la pesca que se consiguió en el campeonato de España anterior, lo que llegó a poner en duda la celebración del primer mundial de pesca -también en modalidad carpfishing- que acogerá España, y que desde hace cuatro años tiene fijado su calendario en Caspe.


“Se llegó a temer por su celebración porque el número de capturas cada vez era menor. Ahora, esperamos que el coto y el mayor control haga que durante los meses de verano todo se arregle un poco y podamos acoger una cita que es verdaderamente importante dentro del mundo de la pesca”. Y es que, otro de las quejas que durante estos años han hecho los pescadores a la administración es su “falta de visión” a la hora de ver un foco que bien gestionado y ordenado puede aportar riqueza a los municipios ribereños. El Mundial de carpfishing, por ejemplo, atraerá a más de 600 participantes y otros tantos aficionados en los seis días que dura -del 5 al 11 de octubre- lo que asegura un movimiento de dinero en la zona que a partir de ahora se podrá cuantificar de mejor modo.