El Rey Felipe VI ha visitado las alas 15 y 31 de la Base Aérea de Zaragoza, en la que es su primera visita a estas instalaciones desde que accediera al trono hace casi un año.

Durante más de tres horas que ha durado el recorrido, el Rey ha pasado por diferentes hangares de aviones, donde se ha interesado por las labores de mantenimiento que desempeñan los efectivos allí destinados, así como por un simulador de vuelo de Hércules y también por una de estas aeronaves.

El Rey, que ha llegado en helicóptero a la pista de la base zaragozana sobre las 10.30, ha estado acompañado durante todo el recorrido por el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, Francisco Javier García Arnáiz, y por el jefe de la Base Aérea, el general de Brigada, Julián Roldán.

El Ala 15, la primera de las que ha visitado, fue creada en 1985. Los primeros F-18 que alberga llegaron al año siguiente procedentes de Estados Unidos y su bautismo de fuego en operaciones reales se produjo en 1994, cuando fue requerida para las misiones de paz que la OTAN desarrolló en Bosnia-Herzegovina y Kosovo.

La última misión en la que participaron fue de apoyo a la zona de exclusión aérea creada sobre Libia en 2011 a consecuencia del conflicto que estalló en este país norteafricano.

Para ello, el Ala 15 cuenta con alrededor de 500 personas entre oficiales, suboficiales, tropa y personal civil, que se encargan tanto de las tareas de vuelo, como de las de sostenimiento y administración.Visita al Ala 31

A continuación, Felipe VI ha visitado el Ala 31 de la base zaragozana, que fue creada en 1973 y ya en los 80 completó su flota hasta los 11 aviones T-10, más conocidos como Hércules, con los que cuenta actualmente.

Esta unidad está compuesta por aproximadamente 300 personas entre tripulantes y personal de mantenimiento y administración y desde que en 1994 les fuera asignada su primera misión en Kosovo siempre han mantenido un destacamento en algún lugar del planeta.

Durante la visita, el capitán Gustavo Becerril, destinado en el Ala 31, ha explicado, en declaraciones a los periodistas, que las principales funciones de esta unidad se enmarcan dentro del transporte táctico y estratégico en apoyo a las diferentes misiones que desempeñen las Fuerzas Armadas.

De hecho, cincuenta efectivos del Ala 31 están destinados ahora en Dakar (Senegal) en una misión internacional de apoyo a Mali para que recupere el control de su territorio frente a las fuerzas yihadistas y vuelan prácticamente todos los meses "allá donde haya un militar español", tanto para su despliegue y repliegue como para su sostenimiento, ha explicado.

Asimismo, el Ala 31 ha participado en diversos lugares debido a diversos desastres y catástrofes como terremotos o, las dos últimas, en apoyo a la lucha contra la inmigración ilegal en Melilla o la aeroevacuación de enfermos de ébola.

Actualmente son dos los retos que tiene esta unidad del Ejército del Aire: el primero de ellos, la sustitución de los ya antiguos Hércules por los T-23, que admiten más del doble de carga y vuelan más lejos y más rápido.

El primero de estos nuevos aviones llegará en 2016, tres más lo harán un año más tarde y serán hasta un total de 14 en 2022.

Para la adaptación a estas nuevas aeronaves los pilotos tendrán que realizar nuevos entrenamientos que tendrán lugar en Sevilla y está previsto que comiencen a final de este año.

El otro reto viene dado por la integración de España en el Mando de Transporte Aéreo Europeo (EATC en sus siglas en inglés), en el que los ejércitos de España, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Francia e Italia pasan a compartir medios en este campo para ahorrar.

Al finalizar la visita, en la misma base aérea, el Rey ha saludado a la presidenta autonómica, Luisa Fernanda Rudi, al alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, al delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, al Justicia, Fernando García Vicente o el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido.