​Un centro cívico 'parcheado'

El alcalde de Garrapinillos pide una "solución definitiva" para un edificio nuevo que no debería presentar estos problemas.

Fachada frontal del centro cívico, con las placas colocadas en los puntos de la reparación.
Fachada frontal del centro cívico, con las placas colocadas en los puntos de la reparación.
M.M.

Hace 11 años que fue inaugurado, pero el Centro Cívico del barrio de Garrapinillos está quejoso como una vieja construcción. Las grietas y rajas en las paredes y las filtraciones cuando llueve son una constante en este edificio desde hace años. Las brigadas municipales del Ayuntamiento de Zaragoza ejecutan ahora una nueva reparación de los ladrillos de las grietas exteriores y la colocación de placas de sujeción en la fachada frontal.


"Esto es un parche provisional, lo que queremos es que se busque una solución definitiva, es un edificio nuevo y esto no debería haber ocurrido", lamenta el alcalde del barrio, Luis Miguel Roda, quien explica que "pusieron hace un mes dos testigos y se ve que se mueven. En el arreglo se está viendo que hay un problema en las paredes", apunta el alcalde. Además, "cuando llueve hay que poner cubos de agua en el 'hall' y en la biblioteca, creo que se está demostrando que aunque se sellen hay un movimiento que rompe ese sellado", apunta.


El centro, un edificio de 2.068 metros cuadrados construidos en dos plantas se inauguró en 2006 y costó 1,8 millones de euros financiados dentro del convenio del Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza para impulsar equipamientos e infraestructuras en los barrios rurales. En la actualidad, jácenas y puertas de la biblioteca y de distintas salas muestran grietas que cruzan las paredes, así como en las baldosas de la terraza exterior.


La DPZ realizó el proyecto y la ejecución de la obra y posteriormente la obra fue recepcionada por el Ayuntamiento de Zaragoza. "Al conocer las deficiencias el Ayuntamiento incautó las fianzas de la constructora para hacer frente a los problemas derivados de la construcción original y, además, las brigadas intentaron subsanar algunos de esos problemas", explican desde el Consistorio, que hace el seguimiento desde el servicio de Conservación de Arquitectura. "A pesar de todo, la obra sigue con problemas", explican.