Tarazona, sin lechería urbana

La única máquina expendedora de leche fresca en Aragón se encuentra inhabilitada desde el verano.

Tarazona, sin 'lechería' urbana
Tarazona, sin 'lechería' urbana

Fue la atracción de Tarazona en su estreno. Numerosos vecinos y curiosos se acercaron a esta localidad zaragozana para conocer el funcionamiento de la única máquina expendedora de leche que se implantaba en Aragón el día de su inauguración, allá por 2010. En la actualidad, esa máquina no da leche. Su propietario, un ganadero navarro, tuvo que deshabilitar su uso el pasado verano por los repetidos "problemas" que le daba el aparato. 


"La máquina empezó a funcionar mal desde el primer día: se salía la leche, se tragaba las monedas, se atascaba a menudo y tenía que subir a Tarazona casi todos los días para atender esas reclamaciones", explica apenado su propietario, Andrés Planillo, natural de Cascante. 


Planillo tiene claro que la expendedora de Tarazona venía con defecto de fábrica. Por ello, tomó cartas en el asunto: "Demandé a la empresa porque no se quería hacer cargo de la reparación y todavía seguimos con juicios. No es lógico que la máquina que coloqué en Cascante haya funcionado bien siempre y la de Tarazona no, siendo de la misma compañía", detalla. 


"Tenía mucha ilusión puesta en este negocio", continúa Planillo, que para poder instalar esta lechería en territorio aragonés invirtió más de 42.000 euros, dinero que "jamás recuperaré", sostiene. 


El asunto le trajo varios quebraderos de cabeza. "El que los vecinos se quejaran del mal funcionamiento era algo que psicológicamente me afectaba mucho porque estaba en juego mi negocio. A nadie le gusta dar que hablar", afirma el ganadero. 


El hecho le indigna todavía más porque, aunque "la crisis económica afectó, era un negocio rentable sobre todo los primeros años, ya que era un producto innovador en Aragón, explica Planillo. "Mucha gente que subía al Moncayo paraba en la expendedora para recoger leche fresca", apunta. 


"Es una pena", comenta el ganadero. "Era una oportunidad para comercializar una leche de calidad, más natural que las que venden en las grandes superficies", explica.

Ventajas y desventajas de estas lecherías urbanas

Por un lado, "la leche que se vende en estas lecherías urbanas es de la propia granja y en su pasteurización se utiliza un mínimo de tratamiento térmico que garantiza que las características de la leche (sabor, color, textura, olor) sean las de la leche natural", detalla el ganadero navarro.  Además, estas máquinas son respetuosas con el medio ambiente. "La idea es dejar de utilizar el 'tetrabrik' de plástico porque no es sostenible", sostiene. 


Pero, existen factores que dificultan la supervivencias de estas máquinas expendedoras de leche fresca. "La gente se fija en el precio, más ahora con la crisis, y compra la leche más barata. Este producto es más caro, pero es más saludable, gustosa y natural", detalla. Además, el ganadero asegura que "la leche ya no tiene valor porque la están regalando en los grandes supermercados". 


Otros problemas: la leche fresca caduca antes que la de 'tetrabrik'. Dura unos cuatro días y "la gente tiene que estar más pendiente", asegura Planillo. 


A ello, se añade que las mujeres cada vez consumen menos leche entera. "En la expendedora de Cascante pocas mujeres compran leche porque es entera y ahora se ha extendido la moda de tomar desnatada. Pero para sus bebés sí que compran esta leche fresca porque saben que es más beneficiosa", concluye el ganadero.