El Supremo rechaza el recurso del condenado por el 'crimen del cibercafé', ocurrido en 2011

Abdel Roca fue condenado a 23 años de prisión por matar a su socio asestándole 13 hachazos y esconder su cuerpo en un sarcófago de cemento.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de casación presentado por Abdel Roca Teijelo, condenado por la Audiencia Provincial de Zaragoza el 8 de octubre de 2014 a una pena de 23 años de prisión por el denominado 'crimen del cibercafé'.


Además, el alto tribunal ha confirmado la sentencia que condenó a José María Hurtado Mendoza a tres años de cárcel por encubrir el asesinato, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.


Los hechos ocurrieron en junio de 2011 cuando Roca Teijelo, después de discutir con su socio, Rubén Fauste Elvira, dentro de un cibercafé de su propiedad, que llevaba un año cerrado, le golpeó en trece ocasiones con un hacha hasta causarle la muerte.


Con la ayuda de su hombre de confianza, que presenció lo ocurrido en el local y a quien pagó 60.000 euros para comprar su silencio, Abdel Roca Teijelo construyó un sarcófago de cemento detrás de la barra del establecimiento donde ocultó el cadáver de la víctima y el hacha.


La Policía Nacional descubrió el cuerpo de Rubén Fauste Elvira por una llamada de los vecinos alertando del mal olor que salía del local situado en la calle Navas de Tolosa de Zaragoza. El recurrente huyó a Florida (Estados Unidos), desde donde fue extraditado a España.


La Sala de lo Penal del Supremo ha concluido que ha existido prueba de cargo suficiente --declaración del coimputado reconociendo que presenció los hechos y otros elementos de corroboración-- y que ha sido valorada razonablemente por el tribunal para condenar al recurrente, que mantenía que la muerte de su socio se produjo cuando él estaba fuera de España.


La sentencia rechaza también el recurso de casación interpuesto por la acusación particular, en nombre de Esther Fauste Elvira, alegando que existió un acuerdo entre los dos acusados para matar a la víctima y que había prueba suficiente para condenar como coautores a ambos.