El CIEM apuesta por la eficiencia en la Almozara de Zaragoza

En las incubadoras empresariales del CIEM todos los emprendedores están en contacto para generar un 'networking' que beneficia a todos.

Eduardo de Almeida, de la empresa Cognit
El CIEM apuesta por la eficiencia en la Almozara de Zaragoza
H.A.

Se buscan proyectos sostenibles desde el punto de vista económico, social y medioambiental, preferiblemente enfocados a la eficiencia energética y a las nuevas tecnologías. Este podría ser el reclamo de CIEM Zaragoza, un singular edificio, ubicado en el distrito de La Almozara y próximo a la Estación Delicias y a Etopía, que busca principalmente "crear y consolidar empresas que arraiguen en el territorio", tal y como afirma Julia Julve, responsable del equipamiento municipal que gestiona la empresa Init.


En las incubadoras empresariales de CIEM bullen iniciativas que van de lo más innovador, como las que trabajan con una realidad virtual o a través de la nanotecnología, a lo más tradicional, con proyectos que giran en torno al desarrollo web o a los videojuegos. Todas ellas comparten espacio, lo que permite que los emprendedores estén en contacto y que se genere un ‘networking’ que aporta importantes ventajas a los responsables de cada proyecto: "Más que una oficina, es una comunidad", matiza Julve. Insistiendo en este concepto de interconexión, CIEM contiene otro tipo de espacios de ‘coworking’ con un perfil multidisciplinar en el que cabe cualquier tipo de proyecto.


Pero no solo en alojar empresas se basa la actividad de CIEM, pues en sus instalaciones se ponen en marchas diferentes programas de apoyo, como el de aceleración empresarial, que busca incrementar la rentabilidad del negocio y que deja una media de facturación anual a cada proyecto de unos 80.000 euros. Otros programas son el Birdy, dirigido a fomentar el espíritu emprendendedor entre los estudiantes, y el de Inmersión Directiva o Binnakle, que propicia el intraemprendimiento en las grandes empresas para evitar su estancamiento.El más veteramo

Con esta frase "vendemos confianza", Eduardo de Almeida resume el objetivo empresarial de Cognit, cuya actividad se basa en optimizar los procesos energéticos industriales de grandes consumidores con la mínima inversión o, incluso, sin ella.


En sus inicios, Cognit lo formaban dos personas, Eduardo y su socio, que trabajaban desde sus casas. El paso por el CIEM fue determinante en su crecimiento, pues solo con el ‘networking’ que les proporcionó el espacio, se hicieron con dos clientes. Hoy por hoy, son cinco los ingenieros que intervienen en este proyecto y ya cuentan con su propio local.El que acaba de llegar

¿Cómo surgió? Tan fácil como que Eduardo Bernad (a la izquierda en la foto) tenía muy claro a qué videojuegos le gustaría jugar. "Teníamos la idea y teníamos las herramientas", explica David, que hace dos meses que tomó la determinación de ‘mudarse’ con su equipo a CIEM. Para él, lo más importante es la asesoría que están recibiendo para echar a andar su proyecto, que se centra en crear videojuegos y en lo que se conoce como ‘serious game’, un servicio tecnológico orientado a las empresas. También valora las instalaciones y el hecho de que "si estás en CIEM, la gente te ve".


Ir al suplemento Zaragoza es futuro