El castillo de Sádaba data del siglo XIII, y abandona la tipología románica con recinto amurallado para convertirse en una especie de ciudadela de fácil defensa. Particularidad que lo convierte en uno de los más representativos de su época, no solo en Aragón sino en toda España.

Con más de 1.000 metros cuadrados de superficie, su planta rectangular se encuentra rodeada por siete torres.

Esta edificación sirvió de defensa durante casi 100 años, siendo abandonado en el siglo XV. Desde entonces hasta la década de 1980, permanecería sin uso. Sería en esas fechas cuando se llevarían a cabo una serie de reformas, que no alterarían la estructura original del edificio pero que, sin embargo, ofrecería a sadabenses y turistas la posibilidad de visitarlo.