La expedición de carnés de conducir en Zaragoza se reduce un 15% en el último año

La falta de examinadores y el retraso en las convocatorias ha condicionado la actividad de autoescuelas y alumnos.

Quienes pierden todos los puntos del carné deben superar un curso de sensibilización y reeducación vial.
La expedición de carnés de conducir en Zaragoza se reduce un 15% en el último año

El descenso de alumnos en las autoescuelas y el mal funcionamiento de los exámenes de conducir parecen haberse juntado para hacer de 2014 uno de los años con menos nuevos conductores en las carreteras aragonesas. Las expediciones de permisos de conducir B se han reducido en Zaragoza un 15% durante el último año, según los últimos datos publicados por la DGT, hasta el mes de noviembre.


Tanto autoescuelas como alumnos vienen denunciando desde hace casi un año que la jubilación de seis de los quince examinadores con los que contaba la Jefatura Provincial de Tráfico de Zaragoza ha provocado un “colapso” en la lista de espera para realizar exámenes. El punto álgido de esta problemática se ocasionó a partir del verano pasado, cuando el desfase entre un examen y otro superó los 40 días, prácticamente seis veces más que el tiempo de espera que se solía dar en otros años.


En total, durante los diez primeros meses de 2014 consiguieron el permiso B de conducción 6.621 personas, casi 1.200 menos de los que lo habían logrado el curso anterior. La situación no es exclusiva de Zaragoza, en otras provincias como Murcia o Barcelona la falta de reposición de funcionarios jubilados también ha derivado en grandes tiempos de espera, aunque los profesionales de la provincia aragonesa se siente especialmente “ninguneados” por la DGT, alegando que Zaragoza cuenta con el ratio de examinadores por persona más bajo de España.


“La situación ha sido un completo despropósito, y lo peor es que nosotros ya lo veníamos denunciando desde hacía bastante tiempo”, explica Carlos Bricio, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Zaragoza (Apaz), organización que llegó a cifrar durante el mes de julio en más de 4.000 las personas que estaban en lista de espera para realizar la prueba práctica, una demora que no consiguió paliarse tampoco a partir de noviembre con la llegada de cuatro funcionarios de refuerzo desde otras provincias.El problema se empieza a solucionar, pero se teme que vuelva en verano


Aunque desde la llegada del nuevo Director Provincial de Tráfico a comienzos del mes de febrero la DGT ha empezado a adquirir compromisos para enmendar el tiempo de espera entre un examen y otro, las autoescuelas temen que sea de nuevo en verano, cuando más jóvenes se inician en las prácticas, cuando resurja el entuerto.


“Actualmente, si se cumplen las previsiones, esperamos que durante el mes de abril se vaya recuperando la normalidad, que es un examen cada 6 o 7 días, pero si se sigue haciendo con funcionarios trasladados se seguirá parcheando la situación. Y lo que necesitamos es una solución definitiva”, señala Bricio. En la actualidad el desfase entre un examen y otro ya es inferior a los 30 días.Un importante perjuicio para alumnos y autoescuelas


Como consecuencia de este retraso forzoso, el sector señala que en el último semestre el número de suspensos en la prueba práctica ha aumentado hasta casi el 70%, cuando lo habitual era que rondara el 50%.


“Existen varias situaciones que se han juntado. Por una parte aún está muy presente la crisis económica, que hace que muchos alumnos hagan solamente un número de clases reducidas. Por otra, el retraso actual hace que los alumnos que están preparados tengan que esperar varios días hasta el examen y, de suspenderlo, estar casi un mes sin apenas tocar el coche porque, obviamente, no quieren seguir haciendo clases prácticas con la misma periodicidad que antes”, explica el presidente de Apaz, que señala que este ha sido el último “golpe de gracia” que ha recibido el sector, que ha venido perdiendo un gran número de alumnos durante la crisis y que ahora, también por el desfase, “no puede admitir más debido al tapón que está provocando la falta de exámenes”.


Para los alumnos, la situación también es “insostenible”. “Me examine de nuevo el pasado 11 de febrero, después de estar a la espera de la prueba desde el día 18 de noviembre, cuando suspendí por primera vez. Me siento indignada e impotente porque no sé cómo pueden esperar que una persona pueda mantener las habilidades que ha desarrollado cuando se nos obliga a estar más de un mes parados y luego además nos avisan con menos de una semana de plazo para dar clases”, señala Estefanía Rodríguez, una alumna zaragozana que estima que ya ha superado con mucho el dinero que pensaba destinar a sacarse el carné de conducir.