Aparecen por doquier y han conquistado a los consumidores. Los outlets, ese modelo de tienda barata -y connotaciones negativas hace no tantos años- ha extendido su dominio en la oferta comercial de la capital aragonesa, y cada vez son más los locales dedicados a este tipo de ventas. Un fenómeno nacido al abrigo de la crisis que sirve para que muchos compradores en apuros lleguen a fin de mes, pero también para reflotar espacios comerciales en horas bajas.

“Tienen su auge ahora con la crisis, cuando el consumidor aprovecha los momentos de oportunidad para comprar: rebajas, descuentos, liquidaciones y outlets”, señala José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS). El 'modus operandi' de estas tiendas se basa en la comercialización de restos de fábrica, productos de otras temporadas, artículos de muestra y similares a precios muy por debajo de mercado, con descuentos de hasta el 70%.

De esta forma han conseguido atraer a clientes de toda clase social y alejar etiquetas peyorativas para convertirse en una opción más de la oferta de la ciudad. Grandes marcas como El Corte Inglés, Desigual o Imaginarium cuenta con su pertinente outlet, y algunos centros comerciales ven en ellos una tabla a la que agarrarse.

Es el caso del C.C. Augusta, donde se puede encontrar al menos media docena de este tipo de tiendas: el outlet de Carrefour -cuyo estreno obtuvo un gran éxito de compradores-, el de La Oca, Inside, los 'Chollo Days' de Desigual... En muchos casos este tipo de centros de consumo se han visto obligados a bajar notablemente los precios de alquiler de sus locales, lo que ha dado entrada a los outlets.

En el C.C. Plaza Imperial, otro de los más castigados por la crisis y por la saturación de centros comerciales, cuentan con uno de los outlets más importantes -y pioneros- de la Comunidad, el Oportunidades El Corte Inglés, en la zona Parque Medianas. Pero de momento su apuesta para revitalizar su galería comercial no pasa por este modelo. “A priori, no hay previstas aperturas de este tipo”, señalan desde la gerencia.

Mientras que en Gran Casa, que mantiene buena parte de su oferta comercial intacta estos años y no ha tenido que echar mano a este nuevo fenómeno, algunas firmas 'clásicas' han cerrado o han reducido superficie de venta pero se han instalado otras.

Más novedosa es la aparición de outlets en el centro de la ciudad. Si tradicionalmente estos locales de descuentos se establecían en las afueras de la urbe -muchos todavía se mantienen, como el Traffic Marcas de la carretera de Huesca-, la rebaja de precios de los locales comerciales ha posibilitado inauguraciones en calles más transitadas.

Aunque Pueyo alerta de que “bajo la denominación de outlet se cuelan determinados productos que no proceden de stocks sobrantes y han sido adquiridos precisamente para dar contenido a ese comercio”. En cualquier caso, a su juicio “es un problema de los centros comerciales que la oferta esté calcada entre unos y otros”, con las mismas marcas y cadenas y “quizá esto les sirva para diferenciarse”.

Vuelven las inversiones comerciales

De hecho, algunos indicadores apuntan a un renacido interés por los centros y galerías comerciales. Tanto que en los primeros nueve meses del año pasado la inversión en inmuebles no residenciales alcanzó los 5.038 millones de euros, 1.300 más que en todo 2013, según los datos de BNP Paribas Real Estate, que “refleja el interés sostenido de inversores, tanto nacionales como extranjeros, en un mercado inmobiliario comercial cuyos precios se sitúan en zona de mínimos”. Entre los inversores internacionales más activos en 2014 destacan los norteamericanos, británicos, asiáticos y latinoamericanos.

En este sentido, la operación más importante de Aragón, y una de las más sonadas del país, fue la compra del C.C Puerto Venecia el pasado mes de diciembre por la empresa británica Intu Properties por 451 millones de euros. La compañía señaló que solo los ingresos por alquiler de espacio para tiendas rondan los 22,4 millones de euros.